El hijo del exdictador y homónimo Ferdinand Marcos es uno de los favoritos para suceder al autoritario presidente Rodrigo Duterte. Por delante, tres meses de campaña con más de 67 millones de filipinos que ya se han registrado para votar.
36 años después de que Filipinas pasara la página de la dictadura de Ferdinand Marcos, las encuestas predicen una victoria aplastante para su hijo, de mismo nombre, en las elecciones del próximo 9 de mayo, impulsado por su fuerte campaña en redes sociales y su alianza con Sara Duterte, la hija mayor del actual y polémico presidente Rodrigo Duterte. Por delante 3 meses de campaña en la que el resto de candidatos van a tener difícil plantar cara al hijo del exdictador.
Los candidatos de más de 18.000 cargos locales, incluidos gobernadores provinciales, alcaldes y aspirantes a la Cámara de Representante, comienzan su campaña el 25 de marzo bajo una estricta vigilancia policial debido a un historial de rivalidades violentas. Más de 67 millones de filipinos se han registrado para votar, incluidos casi 1,7 millones que trabajan en el extranjero.
Kristian Herbolzheimer ,director del instituto catalan internacional por la paz que trabajo en el proceso de transición de Filipinas, analiza para RFI que supondría la vuelta de la saga Marcos al país. "Cuando se acabó la dictadura de Marcos se inició una transición que aún no está inconclusa. Hay sobre el papel libertad de expresión pero a la hora de la verdad, las maquinarias electorales pertenecen a unas pocas familias ricas que se van adaptando a la situación para conseguir el poder"
Los seguidores del actual presidente Duterte verían en en Ferdinand Marcos Junior una línea de continuidad respecto a las políticas de mano dura contra la droga y del autoritarismo. "Este no es el momento ni el lugar para discutir sobre la historia de Filipinas. Necesitamos hablar sobre lo que debemos hacer en los próximos años para que la gente tenga trabajo, para que tengan dinero en sus bolsillos", ha dicho Ferdinand Marcos Jr. en el arranque de esta campaña de tres meses de duración.
Los otros principales candidatos a la presidencia son la actual vicepresidenta, Leni Robredo, acérrima crítica al autoritarismo de Duterte pero que aparece con distancia ocupando la segunda plaza en los sondeos. También el alcalde de Manila, Isko Moreno, un exactor que ha impresionado a muchos con su historia de ascenso desde la pobreza y su labor para sanear la capital; el senador Panfilo Lacson, exjefe de la policía nacional conocido por su lucha contra la delincuencia y la corrupción, y el senador Manny Pacquiao, exestrella del boxeo y que ha prometido encarcelar a políticos corruptos y proporcionar casas gratis a los pobres.
Ahora 3 meses por delante hasta el 9 de mayo con pocas opciones para el resto de candidatos ante la posible vuelta de la saga Marcos.
Activistas de derechos humanos dicen que Duterte, de 76 años, hará cualquier cosa para asegurarse un sucesor afín para que le ayude ante posibles demandas sobre su violenta campaña antidroga, en la que han muerto más de 6.000 personas, la mayoría sospechosos de delitos menores.