Hace ya muchos años mi familia se mudó a una casa que construyó. Como es el caso en muchas construcciones nuevas, se presentaron problemas con algunos materiales, y en particular, humedades en algunas paredes y pisos. En particular recuerdo una humedad que apareció en una baldosa en el baño social. Intentamos por mucho tiempo secarla con un calentador, pero hoy es el día en que la manchita no ha salido. ¿Por qué es importante esta manchita?, se preguntarán. Pues es que desde que salió, siempre que me siento en el trono, veo la figura de un extraterrestre, muy parecido a las cabezas de Isla de Pascua. Me he preguntado todo este tiempo si un hombrecito verde que descendió sin que lo viéramos (o por lo menos yo no lo vi) quiso dejar su recuerdo en mi casa, que es tan especial entre todas las de la zona, o si es un mensaje de los Zorg de que debo adorar a su líder supremo. ¿O habrá sido el Caganer de los catalanes?
Definitivamente algo pasa conmigo y con los baños. Esta figura es una de tres que recuerdo reconocer desde que soy pequeño. Una, en el vidrio de la ventana del baño que compartía con papá y mamá en la casa donde me crié, parecía un Simpson. La otra, en las baldosas de uno de los baños de la antigua casa de mi abuela, parecía un Teletubbie. Pero eso sí, nunca he visto a la virgen ni a Jesucristo, ni a ninguno de los de su séquito.
¿Qué he hecho para que mis ojos no se iluminen
sino para ver muñequitos y extraterrestres?
¿Por qué? ¿Qué he hecho para que mis ojos no se iluminen sino para ver muñequitos y extraterrestres? Yo veo que la gente se encuentra a María en un sánduche de queso, en la barriga de una tortuga, en un tanque de agua, en una bandeja de hornear, en una piedra, en los orinales de una discoteca, en el vidrio trasero de un carro, en una tela de cortina (reconozco que esta me causa dudas), en fotos que no son montajes, en una tabla de triplex, en un árbol talado, en una palmera, en la hoja de una mata, y en una tostada (¡mire bien que ahí está!). ¡Y yo que incluso en estereogramas tengo problemas para verla! ¡Hasta Jesús se le aparece a la gente en los lugares más inesperados!
Yo no voy aquí a poner en duda los métodos tan bizarros que usan la virgen y su hijo para que sus súbditos sean testigos de su poder pirograbador sin límites (o su extraña preferencia en cuanto a la anatomía de los cánidos). Esta no sería mi elección a la hora de hacer uso de mis poderes sobrenaturales, pero ¿quién soy yo para juzgar el uso que los demás le dan a sus habilidades? El extraterrestre de la casa de mi mamá seguro aplicó algún método similar, tal vez le salen rayos láser por los ojos y como una impresora láser, grabó en la baldosa su autorretrato. El Simpson y el Teletubbie, ahí sí ni idea, pero nuevamente ¿quién soy yo para cuestionar su poder? Al fin y al cabo, “los Teletubbies obran de maneras misteriosas”. Además, “la curiosidad mató al gato”; mejor vivir que preguntarse por qué y cómo ocurren las cosas, ¿no?
El misterio de las figuras en los baños se quedará sin resolver. Es que, ¿qué otra explicación puede tener? Es claro que ni la ciencia, ni el sentido común, podrán alguna vez explicar este enigma tan complicado. La racionalidad no nos da herramientas sólidas para hacerlo… así que toca acudir a la opción contraria, a la irracionalidad. Hmmm, eso suena como feíto, “irracional” suena como a algo que carece de razón, algo ajeno a ella, aplicable sólo a los animales no-humanos. Más bien digámosle fe.