Jack Ma, nacido en China con el nombre Ma Yun, se hizo millonario después de que en 1999 se volvió el fundador de Alibaba, el gigante del comercio electrónico que ha sabido competir codo a codo con dos pesos pesados como Amazon o Ebay.
Fue capaz de amasar una fortuna cercana a los $ 40 mil millones de dólares, rozó el top 20 de los hombres más ricos del mundo y se convirtió en el primer chino en aparecer en la portada de la prestigiosa revista Forbes.
El empresario se ha caracterizado siempre por no tener pelos en la lengua para decir lo que piensa, razón por la cual muchos lo consideran como un hombre carismático y distinto al resto de los millonarios.
Ese sello precisamente fue también el motivo de que su vida diera un giro de 180 grados cuando en 2020, en medio de una conferencia en Shanghái, tuvo la idea de criticar a las autoridades reguladoras y a los bancos de China. Así, Jack Ma se ganó la enemistad del Gobierno de su propio país y desde ese momento nada volvió a ser igual.
En estos tres años, el Gobierno chino ha tenido bajo la lupa a Alibaba por presunto monopolio y ha forzado a la otra empresa del magnate, Ant Group, a reestructurarse hasta el punto de que el mismo Ma se vio obligado a renunciar a ella hace solo cinco meses.
Ma nunca dejó de ser el máximo accionista de la gigante del comercio electrónico, pero pasó de ser un rostro común a estar completamente desaparecido, hasta ahora. Aprovechó el ostracismo para reconectarse con su vocación, regresar a los tiempos en los que su cuenta bancaria era como la de cualquier ciudadano y se dedicaba a dar clases de inglés.
La Universidad de Tokio, la de Liderazgo Africano de Ruanda, la de Tel Aviv y la de Hong Kong son las que se pueden jactar de tener como profesor de cátedra a quien, en algún momento, fue el hombre más rico de China y quien hoy, aunque sigue siendo millonario, es una persona totalmente diferente.
También le puede interesar: La disparada de los chinos metiendo millones en Colombia