Hoy 7 de Julio a las once de la mañana se inaugura una exposición de fotografía contemporánea en la Galería El Museo que presenta distintas temáticas con aproximaciones diferentes.
Sobre el retrato y el cuerpo humano, Adriana Duque expone su fábula de reyes y princesas. Una trasformación mágica que logra mientras realiza la escenografía y toma una foto a niños que se convierten en seres de un mundo severo y temible. No sabemos cómo, la artista conmueve la imaginación del niño y lo convierte en adulto o a una niña que mira con una severidad y con una gestualidad en las manos que, más allá de la rosa negra, maneja el símbolo del poder.
Adriana Duque, Flora 2, Serie Renacimiento
Por lo contrario, Santiago Forero registra su pequeño tamaño mientras se retrata con su sobrina. Los dos juegan a ser niños. Los dos tienen una empatía que la foto comunica con ambientes alegres, movimientos súbitos y colores brillantes. Muy sutilmente los objetos hacen referencia al tamaño de las personas. La risa es un trasfondo mudo. Hasta que llega el momento en el cual, la niña sigue creciendo y el artista queda igual.
Una última cena, de las muchas que han reinventado fotógrafos del mundo, se encuentra la interpretación de Andrés Sierra. Una foto que maneja el blanco y negro y presenta una fotografía desgastada por un barniz que contamina a la foto de descuido, la distancia del tiempo y donde aparece un punto de encuentro entre espíritus: la decadencia pobre en un mundo de mutilados. Y son diez hombres y una mujer frente a una mesa sobre la que solo se encuentran piedras para comer.
Jonathan Chaparro, Ausente. Fotografía digital impresa sobre papel
Jonathan Chaparro construye un interesante mundo de luces. El personaje en la cama trabaja en un computador mientras su cara recibe la luz blanca usual y monótona del mundo tecnológico. El cuarto estrecho de estudiante tiene cerradas las muy usadas persianas y por eso en el ambiente se cuela un tinte azul que proviene del televisor prendido en el que está viendo un programa de cocina. También se encuentra tácita la memoria del fotógrafo que lucha con el olvido. Situaciones multifacéticas donde el artista se encuentra pero no está presente. También se exhibe una instalación con el mismo tema pero desde otro ángulo.
Javier Venegas es un artista que interpreta el desnudo femenino y la sexualidad como tema y que anda siempre en busca de soluciones de las técnicas fotográficas. Su Obra VIP está construida con tarjetas de los 800 prostíbulos que encontró en la zona del barrio de Chapinero en Bogotá. En esa repetición de las presentaciones sobre las mujeres que trabajan con el cuerpo, crea la textura de la foto que se integra a un desnudo del pintor francés Courbet.
Javier Rey utiliza su cuerpo para mostrar en blanco y negro las sutilezas y el desgaste de una piel. Maneja el desnudo acéfalo. Recurre a la movilidad dúctil del cuerpo para crear una masa donde se ven las extremidades redondas que se consumen en su propio círculo. El hombre muestra en la piel la textura en cada poro gris o en cada línea que atraviesa una postura. El volumen es un todo del desnudo.
Gonzalo Fuenmayor, Génesis
Sobre lo rural en el trópico existen dos versiones interesantes. La de Gonzalo Fuenmayor que busca descolocar e infiltrar conceptos mientras fotografía la zona bananera. Al racimo le cuelga una elegante lámpara de bacará con sus mil lágrimas y los mil muertos de Cien años de soledad.
Luciano Denver muestra unas casas que son rancherías de la república del Caribe: la Guajira. Con todos los argumentos geográficos y sociales combinados, la carencia con la abundancia, el manejo del color plano con el fosforescente, el horizonte de las hamacas con los muebles Rimax. También está el desierto de los chivos, el cactus como antesala del jardín, los perros flacos y los carros de lujo con ventanas polarizadas que muestran un arcoíris sintético.
En el escenario urbano me interesó Ana Adarve, no por el resultado de su foto, sino por el video donde muestra cómo se reúne la basura en una cinta que pega. En el borde de un andén en la Candelaria. La calle Sola, calle 12 con carrera 2 recibe mugre, polvo y basura que se pega a la cinta de manera casual y ella después la envuelve en el círculo que es la foto.
Santiago López observa un poste sobre una pared. Cambia el color, la luz y la sombra no se detiene frente a la vertical monótona.
De todos los que exponen, estos son los que me gustaron.
