Dice en una canción Santiago Cruz que “la vida sola se equilibra” y eso es lo que está haciendo en Medellín, específicamente en el Concejo, lugar del que saldrá Aura Marleny Arcila para darle paso a Carlos Mario Mejía, más conocido como “El Flaco”.
La salida de Arcila se da porque al momento de posesionarse como Concejal un hermano suyo era funcionario público en el IDEA, lo cual es una incompatibilidad, así sean instituciones, una municipal y la otra departamental. Esto parece más desconocimiento de la norma que mala voluntad.
Y el equilibrio llega porque después de quemarse en su aspiración de continuar en el Senado, de quedarse sin Ministerio de CTI y de perder poder en la Alcaldía de Medellín, Iván Agudelo ve como peligra su último bastión: Terminales Medellín.
No, no estoy enredado, lo que acabo de escribir es contexto y ahora viene la carne al asador. El hoy rector de la Universidad de Sabaneta, Iván Darío Agudelo Zapata, después de perder en su aspiración de continuar en el Congreso de la República, al que quería llegar haciendo fórmula a la Cámara con Luis Carlos Ochoa (que sí llegó), le dio la espalda al equipo de Eugenio Prieto, el jefe político del El Flaco Mejía.
Con sus peones revolcaron Terminales Medellín, empezaron a descabezar a todo el que tuviera el rótulo de Mejía y poco a poco se apoderaron de la gran mayoría de cargos que el exconcejal y exgerente de esta entidad, entre 2020 y 2021, tenía allí.
Como lo mencioné en una columna anterior, en este mismo espacio publicada, Agudelo tiene varios cargos en Terminales, como la gerencia, la secretaría general, el área de contratación, planeación, comunicaciones y otros menores en los que compite (o competía) contra Carlos Mario Mejía, quien hasta hace poco tenía parte del control de la entidad y además la Secretaría de Movilidad, pero que fue despachado por Quintero cuando prefirió quedarse con Eugenio Prieto.
La vida sola se equilibra y ahora El Flaco regresará al Concejo de Medellín y tendrá el poder de inclinar la balanza hacia la oposición total o a la coalición que le permita a Daniel Quintero aprobar las últimas iniciativas, si es que tiene alguna, antes de que termine su gobierno.
Ya se sienten pasos de animal grande en Terminales Medellín, en donde el maltrato al que han sido sometidos por parte del jefe jurídico Elkin Gallego, la Secretaria General, Amelia Barrios y Jhon Giraldo, Jefe de Control Interno, ha vuelto insoportable el ambiente laboral.
Conozco de primera mano la situación y por eso la escribo. Lo hago además, a nombre de un grupo de empleados y exempleados que sienten temor de dar sus nombres por miedo a retaliaciones, pero que sufrieron acoso por parte de estas personas, no obstante el tipo de contratación que allí se maneja hace muy fácil sacar a la gente, independiente de su rendimiento laboral.
Se viene la justicia y tal como dice Santiago Cruz “La vida sola se equilibra / No puedo mentir / Me sabe bien tu pesadilla”.
Chao, chao rector. Dedíquese por favor a la academia y deje de maltratar al prójimo.
Gracias.
