Fanny Sanín en la exposición "Action, Gesture, Paint: Women Artist and Global Abastractiom 1940-70"
en la galería Whitechapel de Londres
Desde hace tiempo sigo la obra de Fanny Sanín que, hoy en día se encuentra exponiendo en la Whitechapel en Londres y será la próxima exposición en la Galería Garcés en Bogotá junto con la obra de su hermana Rosa que fue también pintora.
Oil No.4, 1968, Whitechapel
Cada vez que iba a Nueva York, la visitaba para ver sus millones de bocetos en papel en donde ella piensa hasta el final cómo va a pintar un cuadro. Siempre está calmada y pausada. Siempre segura al lado de su marido Mayer Sasson, dos colombianos que se complementan. Viven en un apartamento en la 55 cerca de la avenida Madison y siempre están atentos a todos los acontecimientos artísticos, a las conferencias, a las obras de teatro, al cine. Siempre están contando en dúo la última experiencia. Porque se enriquecen todos los días. Viajan para hacer lo mismo. El arte es su camino, el arte es su vida y son inseparables. Mayer además trabaja como ingeniero para la empresa de energía de la gran Manzana, pero jamás los he visto separados. Siempre están juntos. El es el gran promotor de su obra porque ella es una mujer tímida que le cuesta promover su mundo tan intimo como espectacular.
Estudió en la Universidad de los Andes, cuando se creaba junto con Antonio Roda y Marta Traba una generación de grandes artistas. Estudió grabado en Illinois Chelsea School of Art y en Central School of Art de Londres. En ese momento trabajaba y buscaba la verdad en la abstracción expresionista.
En una entrevista ella comenta que “a finales de 1968, a mi regreso de Londres, pasé por París y me encontré en el Gran Palais una exposición que venía del MOMA: El arte de lo real (The Art of the Real o L’art du réel).
Acrílico No 6, 1979
1974 y durante casi trece años su trabajo simétrico utilizó bloques de color organizados en ángulos recto mientras que el espectador puede transitar visualmente la obra de manera distinta pues su mirada es atraída por transiciones en todos los planos.
Desde ese momento la obra de Fanny Sanín es una artista que no se traiciona mientras busca plasmar su mundo interior y por eso ninguna tendencia le ha llamado la atención. Desde 1974, trabajó en una geometría utilizó bloques de color organizados en ángulos rectos buscando siempre una simetría amable que transita por estadios mientras ella encuentra nuevos resultados en su lenguaje. Y fue Matisse el que le mostró la utilización del color.
Acrílico No. 1, 1987
Acrílico No. 1, 1987, Sanín incorporó, sorprendentemente, diagonales a sus obras bilateralmente simétricas. Con la línea diagonal, Sanín expande las posibilidades para la complejidad dentro de sus sólidas composiciones simétricas”.
“Mi lenguaje da origen a un orden y un equilibrio que son importantes en mi obra. En alguna ocasión sostuve que busco orden en mi obra, armonía en los elementos y pureza en los colores. Quiero que el color, el tono y la estructura guíen al ojo de distintas maneras; algunos espectadores llegan al infinito, mientras que para otros el movimiento y el espacio se truncan” Anota la artista.