Donald Trump comenzó su carrera hacía la Casa Blanca sin ninguna posibilidad; hasta hace poco tiempo nadie daba un peso por su aspiración, pero a fuerza de su discurso populista y conectado con los problemas especialmente de la población blanca y de la clase media en Estados Unidos se fue abriendo camino hasta ganarse la nominación Republicana y luego tomar ventaja en las últimas semanas sobre su contendora Demócrata, la ex primera Dama Hillary Clinton. Al inicio de su campaña marcó el ritmo con un discurso fuerte advirtiendo que construiría un muro en la frontera con México; que prohibiría la entrada de los Musulmanes a Estados Unidos y por último que querría ver a su rival Clinton en la cárcel, pero una vez obtuvo los 276 votos electorales contra los 218 de Hillary se fue moderando. Ya ganador dijo en su discurso desde su sede en Nueva York que sería el Presidente de todos los norteamericanos y recibió la llamada de aceptación de Hillary Clinton. Parte de la clave de su éxito radicó en que se mostró como un candidato independiente, sin financiación de los grandes poderes de Estados Unidos y en contra del Establishment y de los medios de comunicación que nunca lo vieron con buenos ojos y a los que acusó de intentar manipular la campaña a favor de la opción Demócrata.
La victoria solitaria de Donald Trump: un golpe al ´establishment´
El magnate y candidato Republicano llega a la Casa Blanca derrotando a la poderosa familia Clinton que tenía los medios, los bancos y Wall Street a su favor