En la medianoche del 17 de julio de 2023, los habitantes de Quetame, municipio del departamento del Meta, sintieron que el mundo se les vino encima. Un rugido monstruoso interrumpió el sueño de los que dormían y el saldo no pudo ser peor: catorce personas murieron, seis más están heridas y una docena desaparecidas.
La avalancha alcanzó a tocar la vía al Llano. Un peaje destruido y un taponamiento que podría demorar dos semanas más, se convierten en un nuevo dolor de cabeza para la concesión vial Coviandes que forma parte del conglomerado de empresas de Luis Carlos Sarmiento Angulo, uno de los tres hombres más ricos del país.
Historia de la concesión
En pleno gobierno de Ernesto Samper esta vía le fue concedida su mantenimiento a la Concesionaria Vial de Los Andes, COVIANDES, aunque el COMPES por el que se le otorgó fue en 1993, durante el mandato de César Gaviria. Cada vez que hay un cierre, que tiene que ver por ejemplo con el desplome del puente de Chirajara, ocurrido el 15 de enero del 2018 y en donde murieron nueve obreros, esto le deja miles de millones de pesos en pérdidas al grupo pero, comparado con lo que ganan, son pérdidas absolutamente manejables.
El 9 de agosto de 1994 Invias celebró un contrato con COVIANDES por valor de 79 mil millones de pesos y que tendría una duración -esta concesión- por 16 años. Dicho contrato estipulaba que la organización de Sarmiento Angulo tendría el control de los tres siguientes peajes: El Antojo, sector El Antojo-Cáqueza, Sector Cáqueza Villavicencio. Sin embargo COVIANDES, en el momento en el que firmó el contrato, no contaba con lo requerido, por lo que, según un artículo publicado por Razón Pública, se hicieron 53 acuerdos modificatorios. “Esas modificaciones en los valores y los plazos afectaron el equilibrio económico del contrato en perjuicio de la Nación”, según Razón Pública.
Esto llevó a que se hicieron nuevas prórrogas en el contrato. Durante el gobierno de Uribe se hizo una adición al contrato para crear un corredor vial entre Bogotá y Villavicencio. El contrato tenía un valor de 22.950 millones de pesos.
En su momento se hizo otra adición al contrato, el del 22 de enero del 2010, que tenía los siguientes puntos:
1.Construcción de la segunda calzada a precio global con una longitud de 45.6 km, que comienza en el km 34+100 hasta el km 63+00, sector Tablón-Chirajara;
2.Construcción, operación y mantenimiento de obras faltantes a cargo del INCO dentro del actual corredor;
3.Construcción, operación y mantenimiento de obras necesarias en el sector Puente Quetame-Caño Seco como consecuencia del sismo de 2008, y
4. Mejoramiento de la antigua vía de acceso a Villavicencio.
Estos contratos tuvieron un valor de 1.853 billones de pesos -según Razón Pública- y tendrían que ejecutarse en un plazo de 10 años. Acá se empezó a construir el puente de Chirajara que tuvo el desenlace fatal que todos conocemos. Luego se han venido firmando una serie de contratos que podrían sumar: 1.855.208.069.173. Esto sin contar lo que se gana por los peajes de la vía.
Si, puede que la avalancha de Quetame sea un nuevo dolor de cabeza para Sarmiento Angulo pero la cantidad de plata que ha ganado en los últimos 29 años con la Vía al llano lo compensa todo.