El fracasado intento del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, consentido del hincha del equipo y dictador Francisco Franco, de anular la competencia abierta en base a méritos y armar un campeonato eterno entre algunos de los mejores clubes de Europa para llevarse el grueso de la tajada de los derechos de televisión y otros ingresos es apenas un esbozo de la verdadera superliga que desde hace décadas armaron los JP Morgan, Goldman Sachs y grandes banqueros y fondos de inversión que aupados por el neoliberalismo sin frenos se apoderaron del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, los ministerios de Hacienda y las políticas económicas de la mayoría de países dependientes como Colombia, donde una elite de sus aplicados alumnos como Duque y Carrasquilla, durante años reciben cartilla, antes de ser gobernantes juiciosos, en aplicar la receta de políticas económicas y reformas tributarias que les imponen sus amos de Wall Street para que les fluyan los dólares pulpitos.
La elite de juiciosos lacayos que a cambio reciben generosas retribuciones y para evadir impuestos en sus países pueden ocultar rentables empresas en paraísos fiscales como Panamá, desde donde Carrasquilla manejaba el tsunami para las finanzas municipales de los “bonos de agua”, tienen la misión de trabajar para el “mister” y además promover y hacer aprobar leoninos tratados de libre comercio (TLC), gracias a los cuales convierten en mandamientos sagrados las órdenes para endeudarlos y acabar de invadir los mercados de nuestros países con toda clase de chucherías y productos industriales, farmacéuticos, agropecuarios y lácteos subsidiados, que sin barreras entran a arruinar a los industriales y agricultores nacionales, siendo en la práctica poco lo que podemos exportar, gracias a que en ciencia e investigación invertimos menos del 1% del presupuesto, en el ministerio de Ciencias nombran a exreinas de belleza furibistas, y a esto le podemos sumar exigentes barreras fitosanitarias y otros requisitos que imponen las potencias .
Con la quiebra atizada por el coronavirus, a la blenorrágica sífilis se le pegó el Sida de las cuarentenas y con exenciones generosas en impuestos que gobiernos neoliberales como los de Trump, Bolsonaro y Duque le hicieron a los más ricos y la ensartada que con impuestos directos le pegaron a la arruinada clase media, las finanzas públicas entraron en crisis, aunque en Estados Unidos no tanto porque pueden emitir toneladas de dólares, como lo hizo Biden para reactivar su economía.
Es la triste de realidad en nuestro país, hace 20 años gobernado por la “Superliga” de la variopinta alianza de narco-hacendados, ganaderos-palmicultores, parapolíticos, industriales, grandes mineros, banqueros, etc, que sin tocar la mayor tajada del “Mister” correspondiente a la sagrada deuda externa, se reparten la restante torta del presupuesto nacional diseñando sucesivas reformas tributarias, de tal manera, que en comparación con sus multimillonarios bienes e ingresos pagan chichiguas en impuestos, mientras ocultan bienes y negocios en Panamá y otros paraísos fiscales y se las ingenian para acabar con el estrato 4 gracias a retenciones en la fuente e impuestos directos como el IVA.
Mientras Carrasquilla pone a la galería a regatear por sus huevos a $1.800 y los delfines Uribe posan de defensores del pueblo, nadie debate sobre la evasión de impuestos, los paraísos fiscales y los jugosos impuestos que aprovechando las troneras del enrevesado sistema tributario que ellos mismos redactaron, expertos abogados y contadores les hacen a sus declaraciones de renta, para que imitando a su maestro Trump, paguen chichiguas a la par que pauperizan a la clase media de dos y medio millones de ingresos mensuales a la que inyectan a mansalva toda clase de impuestos.
En esta tónica, hay que clavarle IVA a los servicios públicos y al agua de “tubo”, pero no a la pro diabetes y obesidad que venden azucarada Ardilla Lulle y los grandes industriales que también empacan la comida chatarra, sin tocar la miserableza de predial que pagan los narco-hacendados en sus latifundios y son los principales enemigos del catastro multipropósito.
Los dueños de la superliga que exprime al país nos hacen creer que en el capitalismo neoliberal todos somos iguales y cualquiera, con iniciativa, puede volverse multimillonario… Para creerle a una casta que además de la economía controla la Presidencia de la República, el Congreso trabajando enllavado con gremios poderosos, la Fiscalía, Procuraduría, Contraloría, Defensoría del Pueblo, las fuerzas armadas, su inteligencia militar, grupos paramilitares y compran a manos llenas medios de comunicación para acabar de lavarle el cerebro a la mayoría de población que lee deletreando y se traga enteras las mentiras que difunden también por las redes sociales.
