Decía el propagandista de los nazis, Joseph Goebbels, que para que una mentira prevaleciera sobre la verdad, solo era necesario repetirla mil veces. Y eso es exactamente lo que la izquierda ha hecho en relación con el sistema de salud colombiano y cubano, afirmando que el primero es de pésima calidad, mientras que el segundo es extraordinario. En palabras de Francisco Martín López de la Fundación Internacional Bases, “La salud cubana ha sido una de las principales banderas políticas de muchos partidarios del régimen cubano, tanto en el continente americano como en el mundo entero, para justificar el sistema político de la isla… La salud de la isla no es más que un mito. Encubierto por estadísticas falsas y distorsionadas, el sistema sanitario cubano se desmorona a pedazos mientras en paralelo se establece una estructura de mejor calidad para los miembros del régimen y los ciudadanos extranjeros. Como si esto fuera poco, un programa que podría calificarse de trata de personas utiliza a profesionales de la medicina como una herramienta para operaciones políticas, propagandísiticas y de ingresos para el régimen y sus aliados. La salud de Cuba no es ni buena, ni eficiente ni igualitaria, sino una estafa perversa que trata injustamente a su pueblo y engaña al mundo en complicidad con funcionarios de organismos internacionales.”
Por el contrario, es oportuno citar un reciente informe sobre las principales clínicas y hospitales en Latinoamérica en el que señala que 5 de los 10 principales centros están en Colombia:
- Hospital Albert Einstein
- Clínica Alemana
- Hospital Buenos Aires
- Fundación Valle de Lili
- Fundación Cardioinfantil
- Fundación Cardiovascular
- Centro Médico Imbanaco
- Hospital Moinhos de Viento
- Hospital Austral
- Hospital Pablo Tobón
Colombia tiene posiblemente la mejor red de prestadores de servicios de salud en Latinoamérica. A estas instituciones, sin diferencia alguna, van ricos y pobres por igual. Para mayo de 2020, el 95,8 % de la población colombiana estaba afiliada al
Sistema General de Seguridad Social en Salud:
- 43,6% (22,1 millones de personas) al régimen contributivo.
- 47,8% (24,2 millones de personas) al régimen subsidiado.
- 4,4% (2,2 millones de personas) a regímenes especiales.
Un comentarista, bastante crítico con el Gobierno como es Rudolf Hommes, en reciente artículo afirmaba: “La cobertura de salud en 1993 era para alrededor del 23 por ciento de la población. En la actualidad es superior al 90 por ciento. La esperanza de vida de los colombianos era de 69,75 años en 1990 y 77 años en 2019. En ese mismo periodo, la tasa de mortalidad por cada 1.000 bebés recién nacidos cayó de 25,7 a 10.4 por ciento.
La verdad es que la salud en Colombia, que sin duda está sujeta a mejoras, es bastante buena. En el anverso de la moneda, la salud socialista de Cuba, en realidad lo que es es una farsa.