El temor de los conductores al pasar por los semáforos de Bogotá es inminente. Desde hace algún tiempo junto a los semáforos de la ciudad están instalando pequeñas cámaras redondas de color negro que preocupan. Las preguntas que todos lanzan son ¿Para qué sirven? ¿Para qué son?
Gran parte de los conductores de carros y motos creen que este tipo de dispositivos electrónicos captan infracciones de tránsito en los cruces viales. Otros tantos creen que son pata controlar los pasos en rojo de los vehículos.
Puede estar tranquilo, porque la verdad es que la función de estas camaritas no es para recolectar información para la imposición de comparendos a través de fotomultas. El objetivo de Estos dispositivos es netamente para recolectar información y hace parte del proyecto de semaforización inteligente de Bogotá que está en manos del consorcio Movildad Futura 2050 y que le costó a la ciudad 173 mil millones de pesos.
El trabajo de estas camaritas es recopilar información sobre la cantidad de vehículos que se movilizan por determinado punto de la ciudad y procesarla con el fin de controlar la movilidad y darles prioridad a las vías con mayor congestión vehicular.
La inteligencia de la red de semáforos pretende con estas cámaras ajustar automáticamente y en tiempo real la duración de las luces verde y rojo con el fin de ayudar a que la ciudad se mueva más rápido.
La información que estás cámaras recogen como numero de carros, trancones, obras cercanas y la información llega a una central de datos y la devuelve al semáforo, modificando sus tiempos de duración, dependiendo la necesidad de las vías y los conductores.