Todos conocemos a Judas como uno de los apóstoles de Jesús, el Nazareno; en efecto fue uno de los doce que lo siguió como discípulo durante su predicación por Palestina y según los Evangelios, fue quien lo traicionó; revelando a los miembros del Sanedrín el lugar donde lo podían capturar, sin que fuese impedido por sus seguidores, hecho que fue anunciado por el propio mesías en la última Cena en Getsemaní; fue él mismo el que dirigió a los guardias que lo arrestaron y con una seña previamente acordada, les indicó quién era besándole. Por su parte el evangelio de Juan nos advierte sobre un serio antecedente que consistió en la felonía de Judas, quien siendo el tesorero, se apropiaba del oro destinado a los pobres (Juan 12:6).
Pues bien un verdadero movimiento encabezado por el escritor italiano Ferdinando Petruccelli della Gattina, se han propuesto una revalorización del apóstol Judas Iscariote, representándolo en su obra las Memorias de Judas, publicada en Francia en 1867; como el líder de los judíos en su lucha contra los romanos, mientras que Jesús de Nazaret es visto como una persona que no está dispuesta a enfrentarse al imperio romano. Se deja entrever, que tanto Judas como Jesús, son parte del movimiento nacionalista de los Zelotas, que buscaba la liberación de Judea del dominio romano, pero que al final Jesús no se compromete con la causa Judía, al tiempo que se opone a la religión reinante; esta es el Judaísmo, la cual protegen los Zelotas; por lo que se desencadena el episodio de la entrega de Jesús; este libro muestra el fuerte anticlericalismo de su autor y las referencias a las ideas patrióticas de la época. Por supuesto su contenido fue muy discutible, causando una fuerte controversia, en la sociedad y de manera particular entre la jerarquía clerical.
Sin embargo este no es el único texto que reivindica a Judas, su evangelio ya había sido citado por uno de los padres de la Iglesia, San Ireneo en el año 180 D.C. Luego los evangelios apócrifos que incluyen varios evangelios, como la vida de los apóstoles y otros personajes, tanto bíblicos como históricos, fueron proscritos en la disputa entre los cristianos y los gnósticos a principios de la era cristiana; donde hubo un gran debate sobre los cánones del Nuevo Testamento, cuyos principales escritos ya habían sido aceptados por el mundo cristiano a mediados del siglo III; como prueba de ello se señala la carta de Pascua del año 367 D.C. del obispo de Alejandría, Atanasio, quien entregó la lista de los libros que harían parte del Nuevo Testamento; también fue el primero en usar la palabra “canonizado” para referirse a estos documentos.
No obstante se cree que el primer consejo en el que se aceptó formalmente estos cánones del Nuevo Testamento fue el Sínodo de Hipona en África del Norte (393 d. C.); pero al perderse las actas, se leyó un breve resumen en los Concilios de Cartago en 397 y 419, siendo entonces ratificados; pero fue solo hasta el Concilio de Trento en el siglo XVI, cuando los cánones del Antiguo Testamento fueron proclamados formalmente por la Iglesia católica.
En 1944 José Luis Borges nos habla de las tres versiones de Judas, donde a través de un escritor ficticio de Borges, Nils Runeberg, presenta al mundo tres versiones de Judas Iscariote, usando sus dos libros. En la primera versión de Kristus och Judas, Runeberg dice que fue Judas quien fue el reflejo de Jesús en el mundo humano, en medio de las críticas se ve obligado a reescribir su libro. En la segunda cambia sus argumentos y afirma que Judas sacrificó más, Judas hizo lo mismo con el espíritu. Él renunció al honor, al bien, a la paz, al Reino de los Cielos; en su libro final, presenta el argumento de como Dios en forma humana sería «hecho totalmente hombre, pero hombre hasta el punto de la iniquidad, Jesús; eligió un destino infame: era Judas.
En 1945 aparecen los libros de Nag Hammadi, conocidos como los evangelios gnósticos, estos son una colección de textos, adscritos al Cristianismo Gnóstico Primitivo, descubiertos en diciembre de 1945. Son doce códices de papiro encuadernados en piel, y los restos de un décimo tercero, guardados en una jarra de cerámica sellada escondida en una gruta próxima, encontrados casualmente por un campesino llamado Muhammad Alí al-Samman, los documentos fueron escritos en copto entre los siglos III y IV D.D. El más conocido de ellos es el Evangelio de Tomás que inspiró la película Estigma en 1999 y en cual se citan las palabras del propio Jesús: "El reino de Dios está dentro de ti y a tu alrededor, no en edificios de madera y piedra. Corta un trozo de madera y ahí estaré. Levanta una piedra y me encontrarás”, dijo Jesús a Tomás.
En 1954 aparece la película El Beso de Judas. Dirigida por Rafael Gil y protagonizada por Rafael Rivelles, quien encarna la figura de Judas; nos habla del gran misterio de la religión cristiana que sigue siendo aún hoy la traición de Judas Iscariote, a su maestro, Jesús. A esta incógnita se enfrentó Rafael Gil y su equipo de producción. El actor Rafael Rivelles se desenvuelve según la crítica como pez en el agua, ante este personaje de tan grande envergadura, donde reinterpreta estos episodios que hacen parte de los evangelios en el Nuevo Testamento que convulsionó de tal forma a la Humanidad entera.
En 1955 Juan Bosch escribió Judas el calumniado, este autor dedicó su mejor esfuerzo literario a la reivindicación de la figura histórica de Judas Iscariote. La figura moral de Judas es un misterio sordo, sin ecos, tan profundo como el silencio de los siglos y tan amargo como su triste sombra de condenado para la eternidad, afirmó; por su parte el juez Baltasar Garzón, expuso que “si pusiéramos en el fiel de la balanza de la Justicia todos los argumentos que magistralmente resalta Juan Bosch en este libro, la sentencia que decidiría la suerte de Judas Iscariote no sería necesariamente condenatoria para él. Probablemente, la carencia de pruebas sólidas, llevaría a su absolución.”
En 1965, H. J. Schonfield causó una gran polémica con su libro The Passover Plot, donde propone una historia simulada, donde Jesús según el autor habría preparado la puesta en escena de su entrada en Jerusalén y de forma deliberada habría inducido a Judas para traicionarlo. Para su muerte habría escogido la víspera de Pascua, a fin de que su cuerpo no tardara en ser bajado de la cruz; pero la lanza de Longino acabaría con estos planes.
Solo hasta 1983 reaparecen en el mercado negro de obras literarias y antigüedades, en las bodegas de un banco de Nueva York, el Evangelio de Judas perdido por más de 1.700 años; siendo traducidos con mucha dificultad del idioma copto en el año 2006: “Tú los sobrepasarás a todos. Tú sacrificarás al hombre que me recubrió”. Es decir, Judas habría ayudado a Jesús a liberar su espíritu del envoltorio carnal con lo cual se puede transformar la visión clásica de Judas” En este, Judas es el verdadero amigo de Jesús, el único que lo entiende y a quien se le ha encomendado una misión divina a través de la entrega, la cual se constituiría en una ayuda y no una traición, como ha sido presentada por los evangelistas.
En 2001 se lanza la película la serie Cerca de Jesús, con Judas como protagonista; en esta película Judas espera obtener un lugar de poder tras la entrada de Jesús en Nazaret, pero el intento de asesinato de Pilatos hace que sus planes cambien y entonces tenga que preocuparse por salvar a su familia. Esta película hace parte de la colección ("Cerca de Jesús") que pretende divulgar la vida de algunos de los personajes más cercanos a Jesús. En pocas ocasiones el personaje de Judas ocupa el papel central, de ahí su importancia pues la obra se centra exclusivamente en él. En el film se ve al protagonista en su relación con su familia y los motivos que le llevaron a delatar al Mesías. Algunas críticas destacan la falta de fidelidad con el texto bíblico, puesto que muestra a Judas como una persona y no como un traidor. (Play cine)
En 2004 Paramount Televisión estrena Judas, donde el Iscariote se presenta como un poblador de Judea y vendedor de vinos con una feroz inclinación hacia la rebeldía, en la película este se encuentra resentido por el tratamiento que su gente recibe de los opresores romanos, Judas anhela algo de acción, más que las palabras. Tras escuchar los rumores de que hay un Mesías entre ellos, Judas siente que el momento ha llegado y sale en la búsqueda de Jesús, el profeta que con tiernas palabras predica sobre el amor, cura a los enfermos y causa conmoción. Acogido en su grupo de discípulos, Judas se ve inmediatamente intimidado por Jesús. Pero la tensión pronto aflora y mientras Jesús hace uso de sus poderes espirituales y rechaza la violencia, Judas tiene en mente utilizar tácticas mucho más físicas. Este enfrentamiento de ideales y los crecientes celos de Judas conspiran con los eventos. Al tiempo que las autoridades se van acercando, Judas es incitado a cometer el acto más extremo de traición. El destino de Jesús queda marcado con un beso. (Filmaffinity).
Otras obras del celuloide, como “El Rey de Reyes” y “Jesucristo Súper Estrella”, y en general la mayoría de ellas, tienen a Judas como el antagonista. Su nombre en el Nuevo Testamento estará acompañado Iscariote. Judas Iscariote. En principio se pensó que esto guardaba relación con el lugar de origen, indicando que sería el pueblo de Kerioth, en Judea. Lo que ubicaría a Judas como el único discípulo no galileo. Esto sugería que el acto de la traición se explicaba por el hecho de ser “forastero”. No obstante en aquella época no solo se atribuían los títulos para designar el lugar de origen, como el caso de “Jesús de Nazaret”, “Pedro de Betsaida” o “Pablo de Tarso”, también se utilizaban como hoy en día cualquier circunstancia como en los remoquetes. En el Nuevo Testamento únicamente llevan estos títulos descriptivo s que acompañan a sus nombres: Judas Iscariote y María Magdalena. Existe una corriente doctrinaria que postula que estos títulos no se refieren necesariamente al origen geográfico sino a su carácter. Sobre el “Iscariote”, se dice que la palabra procede de “sicarius”, lo que literalmente significa “asesino”. “Judas el asesino” sería la traducción más ajustada al término. Para cuando Judas aparece por primera vez en el Nuevo Testamento, su nombre ya ha sido asociado con la definición de “asesino”. Por ello desde su primera referencia, el recuerdo de este personaje bíblico no ha sido favorable.
Por su parte “Magdalena” aparenta derivar de la palabra “migdal”, en hebreo “mgdl”, que hace referencia al estatus de María. Migdal, originariamente significaba “torre”, la cual se trasformó en “grande”; lo que significaría “María la Grande”, pero esa es otra historia.
En 2007 C.K. Stead, presenta su obra my name was Juda, que traduce mi nombre fue Judas; esta es una novela donde Judas Iscariote a sus 80 años, narra en primera persona sus experiencias como amigo y discípulo de Jesús. El autor describe a un Jesús más humano con errores en el camino, incluso con arranques de irá y coraje; más allá del dogma; se presenta a un hombre con gran inteligencia y mucha fe en sí mismo y donde Judas comparte con él la misma causa: proclamar la palabra de Dios y desafiar a Roma.
En 2011 la cantante y compositora estadounidense Lady Gaga lanza su canción “Judas” incluida en el segundo álbum de estudio, Born This Way. La canción que fue escrita por Gaga, es una versión de dance y electro house y habla sobre una mujer enamorada de un hombre que la traicionó, pero todo ello a través de una simbología inspirada en los eventos bíblicos.
El pasado jueves el programa Sapiens del Centro de Pensamiento Libre, realizó un especial con ponencia del Agrónomo Octavio Cruz González, quien hizo un recuento del Judas de Ferdinando Petruccelli, al tiempo que el presbítero Manuel Dolores Chamorro explicó la posición de la Iglesia que históricamente ha desechado cualquier interpretación que se aleje de los evangelistas y finalmente el Historiador Jorge Enrique Esguerra hizo una aproximación histórica de Jesús, Judas y de la lucha entre los cristianos y gnósticos al inicio de nuestra era, la cual fue ganada por el cristianismo; al tiempo que deja serios interrogantes como la posibilidad de que el propio Jesús haya sido un gnóstico; pero eso será materia de otro análisis, por ahora nos quedan esta versiones novelescas de Judas al píe de un evangelio escrito en tercera persona que reflexiona en la misión divina de Judas, donde el entregar al Cristo no sería un traición, sino una verdadera liberación.
Por favor saquen sus propias conclusiones.