Cuando Nilver Jaimes, un kinesiologo venezolano que vive en Barranquilla con su familia colombiana vio en pie la Ventana al Mundo, el icono de la ciudad en la avenida circunvalar de la capital del Atlántico la imaginó a escala y hecha con fichas de Lego, una de sus grandes pasiones.
El que ha armado y también desarmado decenas de veces figuras de esa marca mundial sin necesitar el plano y que se ha desafiado a sí mismo a hacer los suyos con fichas de ese juego universal se puso manos a la obra para construir una y presentársela a la casa matriz de Lego en Dinamarca buscando que sea un producto comercializable.
Conocedor como pocos en Colombia sobre los trámites para alcanzar su hazaña, Nilver construyó un prototipo que le tomó meses en armar, seleccionado fichas y pidiendo por correo otras a la casa matriz para lograr el propósito.
“Los ángulos eran muy difíciles, La Ventana como obra arquitectónica es muy compleja. Gracias a un coleccionista de Lego y a la comunidad digital de la marca en el mundo conseguí las referencias adecuadas para rematar la figura”, explica este legomano, a quien le tomó un año armar la pieza.
Su propósito final es participar en el exigente proceso de selección que hace esta marca de los emblemas que fabrica y que le envían del mundo entero para homenajear elementos iconico. “Solo dos emblemas de Latinoamérica han participado sin lograr los votos que se requieren para que Lego los incluya en su portafolio de productos: Machipichu en Perú y el Museo Nacional en Rio de Janeiro, Brasil”.
La Ventana al Mundo podría ser el primero que reconozca un monumento de ciudad si Nilver logra diez mil votos de todo el mundo para que las directivas de Lego inicien el estudio de la pieza y piensen en adaptarla y comercializarla.
“Por eso necesitamos que voten e inviten a votar a colombianos en todo el mundo para lograr que en las próximas revisiones en 2020 en los meses de marzo, junio y septiembre el prototipo sea tenido en cuenta por la marca”, dice Nilver Jaimes orgulloso posando con su pieza armada a pedazos, junto a la emblemática Ventana al Mundo que parece diseñada para convertirse en un Lego por su belleza y sus colores.