Cuando el Real Madrid compró en julio de 2014 a James Rodríguez en 80 millones de euros, el cucuteño se convertía en el jugador colombiano más caro de todos los tiempos. Tuvieron que pasar ocho años para que otro nacional superara esta cotización. Después de la exhibición que dio en La Cerámica, estadio del Villarreal, en la semifinales de La Champions, Luis Diaz creció en el mercado, pasó de los 55 millones de euros con los que fue comprado por el Liverpool a 80 millones de euros según Transfermarkt. Uno de los beneficiados de esto no sólo es el niño de Barrancas como lo recuerdan en su tierra Díaz, sino su representante Carlos Van Strahem.
A diferencia de Mino Raiola (q.e.p.d) o Jorge Mendes, la cartera de este barranquillero sólo tiene una estrella, el gran Lucho, a quien descubrió en las destartaladas canchas de la Guajira cuando era un adolescente. Él se lo recomendó a los Char para que lo compraran y le dieran una oportunidad en el Barranquilla F.C. y de ahí saltó al Junior. Lo demás es parte de la leyenda.
Cada vez son más grandes los jugadores de Europa que preguntan por Carlos Van Strahem, el hombre al que Díaz se rehúsa a cambiar ni por todo el dinero. En los próximos días, Van Strahem y Luís Díaz podrían hacerle ganar un millón de dólares al Porto, el primer club que le dio una chance a Díaz en Europa: si completa 25 partidos en la temporada recibirán esa fortuna. Ya lleva 22 partidos y está a tres de lograrlo. Seguro lo conseguirá.