El Gobierno Nacional lideró el miércoles en la Cámara de Representantes, a través del Ministro del Interior, la oposición contra la aprobación del referendo de la adopción, el cual la limitaba a “una familia constituida por una pareja heterosexual, es decir, por un hombre y una mujer unidos entre sí en matrimonio o unión de hecho”. Tal iniciativa fue hundida con 20 votos por el no y 12 por el sí, y se encontraba en su tercera etapa.
En esta ocasión el Congreso de la República asumió el debate y no delegó sus funciones a los fallos de la Corte Constitucional. Esta decisión puede traducirse no solo como un apoyo a las minorías LGBTI, sino también como un desquite por parte del Gobierno a las comunidades religiosas. Esto porque fueron ellas las que fortalecieron al senador Álvaro Uribe y a su partido Centro Democrático, ejerciendo un papel fundamental e inclinando considerablemente la balanza hacia el No en el Plebiscito de la Paz, el pasado 2 de octubre del 2016.