Desde mucho antes a que diera inicio el paro nacional, la Policía comenzó una suerte de batalla con algunos colectivos de artistas y periodistas independientes. El más reciente de los episodios es el que sucedió el 19 de noviembre, pocos días antes del comienzo de las manifestaciones y protestas, cuando las autoridades allanaron las casas de miembros de la revista Cartel Urbano y de los colectivos de arte Puro Veneno y Congreso de los Pueblos, con una orden que hacía parte de una investigación para "identificar e individualizar a los encapuchados que en protestas anteriores han generado hechos de vandalismo y terrorismo en la ciudad".
Según las autoridades, ese día realizaron 27 diligencias de allanamiento en 15 localidades de Bogotá y en el municipio de Soacha, en las que capturaron a dos sospechosos: alias 'Chiqui' y alias 'el Diablo' acusados de fabricar explosivos. Junto a esas aprehensiones, los uniformados incautaron nueve libras de aluminio, tres libras de azufre, tres tubos de papel aluminio, dos kilos de puntillas, siete kilos de arandelas, una granada lacrimógena, pañoletas, frascos de vidrios, carteles, pancartas y panfletos que presuntamente iban a ser usados el 21 de noviembre.
Sin embargo, Cartel Urbano, Congreso de los Pueblos y Puro Veneno, junto al Movimiento de Víctimas del Estado (Movice), hicieron una denuncia sobre esos allanamientos, en la que indicaron que los uniformados se llevaron de las casas allanadas memorias, cámaras, celulares, computadores, pinceles, pancartas, calcomanías, pinturas y otros materiales para la realización de material gráfico para las marchas.
Pero esta batalla inició mucho antes, cuando Puro Veneno comenzó a pintar un mural titulado '¿Quién dio la orden?' en el norte de Bogotá y en otras ciudades, como Popayán. El grafiti mostraba, con un fondo amarillo, la imagen y el nombre de miembros activos y retirados del Ejército bajo cuyo comando habrían ocurrido casos de falsos positivos. Bajo cada imagen se mostraba una cifra de casos de falsos positivos que se le atribuyen a cada uno de esos militares y exmilitares, además de un número de todos los casos conocidos en el período de 2000 a 2010.
Sin embargo, el 18 de octubre, miembros del Ejército y de la Policía borraron esos murales, pintando de blanco el lugar en el que se ubicaban, en un acto que se calificó de censura y por el que Puro Veneno inició una campaña de recolección de firmas para contrarrestar una tutela interpuesta por los generales Mario Montoya y Marcos Evangelista con la que buscan que la imagen del mural sea borrada de redes sociales, alegando protección a sus derechos al buen nombre, la honra, la presunción de inocencia y al debido proceso, debido a que en esos casos de falsos positivos aún no se ha comprobado responsabilidad alguna y ellos aparecen en el mural, que ahora solo existe como imagen en la red.
Ahora, luego de lo sucedido el 19 de noviembre, Puro Veneno aprovechó los demanes del Esmad durante el paro, la muerte de Dilan Cruz y otras personas heridas por acciones del Escuadrón Antidisturbios y el rechazo que generan en la comunidad, que los ha convertido en objetos de las arengas de los marchantes, para contratacar y sumar otro episodio a la batalla. Esta vez publicaron un cómic que retrata algunos actos violentos realizados por los agentes, acompañados de datos polémicos alrededor del Esmad.
Por ejemplo, detallan que en 12 años han causado la muerte de seis estudiantes, lo que matizan con la pregunta "¿enemigos mortales de los estudiantes" y un texto que explica en las palabras de ellos qué es el Esmad: "Escuadrón que ha sido creado para mantener a través de acciones represivas el gobierno injusto y la imposición de sus intereses económicos sobre las mayorías".
Además, señalan que "el Gobierno gasta 1.340 millones de pesos al día para garantizar el funcionamiento de sus diferentes escuadrones". En una segunda imagen, muestran a miembros del Esmad atacando con una de sus armas a uno de los marchantes, en lo que parece ser una referencia al caso de Dilan Cruz. Esa imagen la titulan como "Esmad en 'Fue un accidente'" y al final ponen el texto: "¿continuará?", que abre la posibilidad para más entregas del cómic.
La publicación viene acompañada de un pie de foto que menciona el origen del Esmad y la razón con la que fue creada, acompañada de una crítica sobre la forma de actuar del escuadrón antidisturbios y a la forma en la que algunos medios televisivos registran esas acciones: