Educad a los niños y no tendrás que castigar a los hombres, dice la policía nacional. La prioridad sería: educad a los hombres para que sean ejemplo para los niños.
Los candidatos deben educarse en comportamiento para que no se enfrenten, no llenen las campañas con dinero en bolsas negras y digan la verdad de los ingresos y los gastos de campaña. También deben educar a todos los que se les arriman con el ánimo de conseguir un cargo público de manejo de dinero, que los convierta en personas importantes.
Hoy le ríen a las cámaras, pero más adelante, cuando sean ministros o funcionarios de altas responsabilidades, se verán tras las rejas investigados porque solo buscan dinero y no el bienestar social. Eduquen y eviten que las campañas electorales se conviertan en compra de votos cuando contratan a testaferros en veredas y barrios en donde se pagan los 100.000 pesos por voto, y para que el día de las elecciones desaparezca lo que está prohibido en publicidad o trasporte con fotos, para que exista una libre votación.
Incluyo el reparto de colchones, tejas, ladrillos y cuanta dadiva se pueda, con el ánimo de ganar elecciones y conseguir cargos públicos. Educar para que eviten que involucren los niños que comen tamales y meriendas a costa de la compra de votos en las reuniones de campaña.
El mal ejemplo para los niños es ver por ejemplo, como quienes manejan el PAE (programa de alimentación escolar), se roban los dineros y entregan miseria y migajas a los niños pobres y desnutridos. Estas mafias involucran a quienes firman los contratos y son gobernantes que aspiran a recibir el famoso 10, 15 o 20 % del CVY (como voy yo); a estos hay que educarlos y castigarlos para que respeten el futuro del país.
¿Cuántos ejemplos más de corrupción como el de Odebrecht u otros nos están indicando que la corrupción está dividida de acuerdo a la importancia del robo? ¿Cuántos congresistas, magistrados, jueces, fiscales y autoridades han compartido el plato y el dinero con los robos del dinero público, o el reparto de los dólares del narcotráfico, y como son importantes les dan casa por cárcel? Estos son mal ejemplo para los niños y por eso hay que educar a los corruptos.
Los funcionarios de los entes de control deben ser educados para que actúen con celeridad en las investigaciones y no permitan que los elefantes blancos se conviertan en mamuts después de años de investigaciones que no terminan en nada, porque les pagan dineros para esconder los expedientes.
En la pandemia muchos corruptos se robaron las ayudas y los funcionaros que investigan están calladitos. Por su puesto hay que educar a estos funcionarios que van a revisar pero nunca encuentran nada porque les llenan las barrigas de alimentos, bebidas de licor, viejas ya saben para que, y los bolsillos de dinero, para que monten en taxi cuando lleguen a sus ciudades de origen, dando partes satisfactorios que son mentiras.
En todos los municipios hay que educar a los alcaldes, concejales, gerentes de hospitales, inspectores de policía, rectores, personeros, y demás funcionarios que manejan dinero público especialmente tesoreros para acabar con el llenado de planillas en blanco que deben entregar los presidentes de juntas y sobre los que después, los funcionarios de tesorerías llenan acomodando el reparto económico para alcaldes y secretarios de planeación, que se quedan con los porcentajes económicos en los bolsillos personales.
Y educar a los alcaldes para que no busquen beneficios por entregar cargos a empleados que deben mantener una vacuna permanente. También para acabar con las mafias de testaferros de la administración publica con negocios y contratistas de pequeños contratos, que se prestan para desangrar en porcentajes los dineros que le pertenecen a los ciudadanos y el bienestar social.
Y para que no se sobrevaluen los huevos, el pan, los materiales de construcción y de esta forma participar de coimas entre supermercados, ferreterías y negocios que participan de robarse los recursos públicos y como son sumas pequeñas todo queda tapado.
Y también para evitar que los puentes caídos, o las obras mal hechas sean investigados con rapidez y se castigue y destituya con celeridad a los ladrones mal educados.
Asimismo, para educarlos en el sentido de que respeten al ciudadano que aporto para comprar maquinarias y volquetas que se utilizan como negocios personales, que sirven para comprar materiales por menor valor en los que se pagan los gastos del carro, y los sobrantes económicos llenan los bolsillos de alcaldes, tesoreros o funcionarios, porque los dineros no ingresan por tesorería.
Se corrija aquello de los proyectos, en los que un bulto de cemento o cualquier material, servicio o gasto es sobrevaluado y eso ha permitido que se roben el dinero del bienestar social, pues si cualquier persona puede comprar por ejemplo el cemento a 25.000 pesos, la administración pública lo puede hacer en su propio pueblo por el mismo valor y así evitar los excesos de gastos, pues no es posible que si un ladrillo cuesta 1.000 pesos, la administración pública lo evalué en mil quinientos y etcétera, etcétera. Todos esos excesos en la contratación son la causa de la corrupción.
Obligar a estudiar la cátedra de valores morales y honestidad para escuelas, colegios y universidades, pues mucha falta le hace incluso hasta ustedes mismos como candidatos que promulgan que hay que educar primero para acabar con la corrupción.
Seguramente existen muchas mañas corruptas que no he comentado y muchos conocen.
Al pueblo hay que educarlo para que denuncie las malas prácticas de los funcionarios públicos que todo se roban.
En los púlpitos, por años, se ha predicado y divulgado el amor y la moral en los sermones de semana santa; desafortunadamente para el creyente en medio de tanta oración, se camuflan quienes soterradamente disfrutan de los billetes y se olvidan de las buenas prácticas de urbanidad, que en antaño la gente respetaba, como la palabra, que se cumplía para no perder la dignidad como persona.