Las cifras y las cuentas no mienten. De nuevo Carlos Lozano, dirigente nacional del partido comunista, es derrotado al senado por Iván Cepeda, el hijo del legendario Manuel Cepeda, jefe de dicha colectividad y último senador de la Unión Patriótica.
A Lozano no le tocó más remedio que inscribir su nombre en las listas de la Alianza Verde ya que, como su partido, fue expulsado hace dos años del Polo, donde milita Iván de Cepeda, y no logró, pese a tratativas de última hora, un aval de dicha organización por el veto del Moir.
Las paradojas de una contienda electoral que en 2010, para la Cámara por Bogotá, los dos en las listas del Polo, dio como resultado el triunfo de Cepeda con cerca de 38.000 votos y el descalabro de Lozano con un poco más de 8000 sufragios.
Es decir, los comunistas en esa ocasión decidieron dar su voto por Cepeda y esa situación, casi al calco, se repite. En Bogotá, Cepeda para el Senado, obtiene 38. 927 votos, y Lozano, ya no los ocho mil de hace cuatro años sino que su apoyo se redujo a 4881 papeletas.
Pero si examinamos el resultado de estos comicios para los dos hombres de izquierda, la situación es similar en todo el país. Los militantes y simpatizantes de la Unión Patriótica prefirieron votar para el Senado por Cepeda en los 18 departamentos en los que este grupo lanzó candidatos para la Cámara de Representantes.
No de otra manera se explica cómo Cepeda llega a alcanzar más de 87.000 votos. Pues son los votos que obtuvo a nivel nacional para Cámara la UP y que no recibió Lozano que solo obtuvo un poco más de 23.000 sufragios en la lista de los Verdes. La UP en todo el país obtuvo 99.000 votos.
Hay casos notables en este cuadro. Por ejemplo, tomemos Antioquia. Lozano para el senado obtiene 1080 votos mientras el candidato de la UP para la Cámara saca allí 8.807 papeletas y Cepeda 8.471.
O la situación del Magdalena. Lozano 294 votos, la UP 1057 para Cámara, casi los mismos que saca Cepeda, 989 para el Senado.
Y así podríamos seguir. En el Cesar, UP 1168 y Cepeda 845, mientras Lozano solo 122 votos, Cundinamarca, en ese orden 5257 y 4182 y 845; y qué decir de Valle del Cauca, la UP para la Cámara 4799, Cepeda 3829, y solo 1287 para Lozano.
Si todos los votos de la UP para las Cámaras de los departamentos de Antioquia, Arauca, Bolívar, Boyacá, Caquetá, Cauca, Cundinamarca, Meta, Nariño y Tolima, que suman cerca de 59.000 hubieran sido depositados por Lozano, éste ya tendría sobrado su credencial. En las mismas regiones Lozano solo obtuvo 11.000 votos.
Recordemos que los votos por la UP eran totalmente calificados, es decir, comprometidos con la izquierda y por eso no es dable pensar que votaran para Cámara por dicho partido y al tiempo sufragaran para el Senado por alguien de la derecha o el centro. En esta decisión Iván Cepeda fue el claro beneficiario.
Y quien, de paso, a pesar del mal trato que recibió en los dos últimos años por sus compañeros del Polo, por su apoyo a Marcha Patriótica, al alcalde Petro y atreverse a lanzar a Aída Abella como candidata a la presidencia, entre otras perlas, fortaleció a su propio partido.
De nuevo las paradojas: la militancia de la UP, cuya columna vertebral la constituyen los comunistas, con sus votos para Iván Cepeda resultaron salvando el umbral del Polo y arrebatándole la curul a Lozano, dirigente de la misma UP.
Con razón Iván Cepeda, consecuente con su accionar político, se la jugó toda en la dirección nacional del Polo para que Aída Abella, de la UP, fuera la fórmula presidencial de Clara López.