Los dos últimos ex alumnos de la Universidad Libre en llegar a un alto cargo en la justicia fueron los magistrados Hugo Quintero Bernate y Ariel Augusto Torres Rojas. El primero es el nuevo presidente de la sala de casación penal y el segundo el presidente de la sala especial de primera instancia. Actualmente su presidente, Aroldo Wilson Quiroz Monsalvo, es egresado y profesor de la Universidad Libre al igual que sus dos predecesores, Jorge Luis Quiroz Alemán y Luis Antonio Hernández Barbosa. En las tres últimas décadas la Libre es la Universidad que manda en las altas cortes y en muchos de los juzgados de Colombia.
Creada en la Convención Liberal de Ibagué en el año 1922 por el general Benjamín Herrera, uno de los masones más influyentes que ha tenido el país, la Libre sería de contrapeso a la universidad escolástica que mandaba a comienzos del siglo XX en Colombia. La Universidad comenzó a funcionar con fondos otorgados por el partido Liberal y su primera sede fue en predios de masones. Ese año Benjamín Herrera, quien junto con Rafael Uribe Uribe fueron dos de los masones más poderosos del país, construyó la Gran Logia de Colombia con sede en Bogotá. El general fue su gran patrono.
La creación de la Libre fue una forma de homenaje póstumo de Herrera a Uribe Uribe quien sería asesinado a hachazos saliendo del congreso de la República en octubre del 1914. El general Herrera era masón grado 33, uno de los más altos dentro de la logia. Rectores de la universidad han sido liberales de influencia masónica como fueron Jorge Eliecer Gaitán o el propio Darío Echandía.
Durante muchos años ser masón era secreto; algo que no debería saberse en los pasillos de ningún palacio. El carácter abiertamente anticlerical de la orden podría suponer un problema en una sociedad tan avinagrada y conservadora como la nuestra.
Uno de sus escuderos en esta quijotada fue el joven abogado Jorge Eliecer Gaitán. La historia es una serpiente que se muerde la cola y en su eterno devenir hay situaciones que se repiten. Cuando Álvaro Uribe Vélez fue traicionado, según él, por Juan Manuel Santos, anunció que crearía Élite, una universidad para darle fundamento académico a su propuesta política, recogida en el recién nacido Centro Democrático. Benjamín Herrera perdió las elecciones con el conservador Pedro Nel Ospina.
Hasta 1998 treinta y dos presidentes del país habían sido masones. Si Horacio Serpa le hubiera ganado las elecciones a Andrés Pastrana sería el número 33. El dirigente santandereano, quien partió en el 2020, pertenecía a la logia Faro No 6 de Barrancabermeja. Pero entre otros personajes de talla histórica indiscutibles se cuentan Antonio Nariño, Rafael Urdaneta, Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Eduardo Santos, Luis Cano, Enrique Santos Montejo y, por supuesto, Benjamín Herrera pero su huella quedó en las aulas de clase del viejo claustro en el centro de Bogotá. Desde entonces son miles los abogados que se han graduado allí y que van directo a los juzgados de los municipios del país, con eco incluso en Asonal judicial, el gremio que los agrupa y que cuando quiere hacerse oir para la rama de la justicia.
Uno de los académicos que puso a mandar de manera significativa a la Libre en las en las altas cortes a la Libre fue uno de sus egresados más ilustres, Víctor Hernando Alvarado Ardila, quien estuvo en el Consejo de Estado desde el 2008 y se convirtió hasta el 2010 en una fuerza que ayudó a frenar las ínfulas totalitarias de Álvaro Uribe. El 16 de abril del 2013 renunció al Consejo de Estado para irse a la Rectoría de la Universidad Libre. Alvarado llevó a una gran cantidad de magistrados a ser profesores de esta universidad.
Aunque una de las explicaciones de la prevalencia de egresados de la Libre en las altas cortes y en los juzgados del país, tiene que ver con que, según un estudio de la Corporación Excelencia, tiene que ver con el curriculum y la flexibilidad de los horarios, algunos de ellos nocturnos y con muchos estudiantes de la regiones con historias de vida diversas, incluso en la Colombia rural que enriquece la vida universitaria donde concurren profesores con experiencia en la rama judicial.
Es el caso de Luis Ernesto Vargas, el actual embajador ante la OEA nació en Cajamarca, hijo de dos campesinos desplazados y analfabetas que llegaron a Bogotá con una mano adelante y otra atrás. Por una beca que consiguió en la Libre, Vargas se graduó y desarrolló una carrera que lo llevó a ser magistrado de la Corte Constitucional donde estuvo entre el 1 de marzo del 2009 y el 28 de febrero del 2017 cuando renunció, faltando poco para concluir su período, para ser miembro de la Comisión interamericana de Derechos Humanos. De ideas de izquierda y muy comprometido con el desarrollo constitucional de los derechos sociales, estuvo cerca a la campaña del Pacto Histórico, y el 23 de septiembre del 2022 Gustavo Petro lo nombró embajador ante la Organización de Estados Americanos en Washington. Reemplazó en el cargo a su polo opuesto, el ultraconservador y ex Procurador Alejandro Ordoñez. Uno egresado de la Libre y el otro docente de la Universidad Santo Tomas, eso lo dice todo.
El origen masón está presente en las ideas liberales y en la formación profesional convirtiéndola en un semillero de abogados que imparten justicia desde la base, en pueblos y ciudades, allí donde hay un juez y en las esferas superiores de las altas cortes de Colombia.
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