Una estudiante de primer semestre preguntó a las dos candidatas de la izquierda durante el primer debate de candidatos a la presidencia de la República, que tuvo lugar en la Universidad Santo Tomás de Bogotá el jueves 13 de febrero, " ¿POR QUE USTEDES, AÍDA AVELLA (UP) Y CLARA LÓPEZ (PDA), NO SE UNEN EN UNA CANDIDATURA ÚNICA A LA PRESIDENCIA EN EL 2014 PARA ENFRENTAR LA EXTREMA DERECHA EN COLOMBIA?"
Ese interrogante planteando permanentemente también por diversos sectores de opinión, expresa la responsabilidad muy especial, que recae en estas elecciones sobre las izquierdas. Pues estas elecciones tienen lugar en Colombia mientras en la Habana Cuba, el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC hablan de paz y cuando el país percibe que es inminente la firma de un acuerdo de finalización del conflicto bélico. Por supuesto consideramos los colombianos afuera y colombianos adentro, que es ahí, en la UNIDAD de las alternativas políticas y sociales del campo democrático, precisamente donde se encuentra la tal "llave de la paz". Sobre todo en este momento, cuando el "establecimiento" presenta fisuras en dos formas de ver el país (el Santismo y el Uribismo) y manifiestas en tres candidaturas a la presidencia por no decir cuatro: Marta Lucía Ramírez (Partido Conservador, proclive a Uribe Vélez), Oscar Iván Zuluaga (Uribista) y Juan Manuel Santos (rivalizando con Uribe el control del Estado desde una perspectiva indudablemente de dominación). Además Enrique Peñalosa, un neoliberal también uribista que posa de aspirante del Partido Verde, sirve de ´Caballo de Troya` contra las posibilidades de acercamiento en el campo del movimientos social, los amplios sectores de indignados y las izquierdas colombianas.
Aída Avella dijo, no están cerradas las puertas para una alianza con el PDA, mientras Clara López tampoco descarto dicha posibilidad. No nos queda mucho tiempo para responder de forma práctica al interrogante de muchos y cada vez en voz más alta. Tenemos que encontrarnos a más tardar una vez culmine las elecciones parlamentarias en un Frente Amplio por la Paz y la Democracia, con un programa mínimo que dé salida a la crisis y asuma de frente los acuerdos que salgan de la mesa en la Habana.
Es posible que la demora en el proceso de construcción de unidad obedezca a la necesidad y a las posibilidades reales para incluir en él no solo a la UP y al PDA, sino también a los verdes sin Peñalosa por supuesto, al Movimiento Progresista M-19 y a los sectores del voto en blanco, que gracias a la riqueza esclarecedora del debate, hoy están convencidos que eso de votar en blanco, solo le sirve a la extrema derecha en Colombia.
