Desde la cárcel de máxima seguridad en Combita, Carlos Mattos aceptó negociar un preacuerdo con la Fiscalía y reconoció que compró la justicia para que fallara a su favor y tener así el control absoluto de Hyundai Motor Company. Cuando llegó a Colombia deportado de España, decidió irse a juicio para negociar un principio de oportunidad que rebajara su condena y le otorgará el beneficio de casa por cárcel. Sin embargo, el panorama cambió después del escándalo en el que estuvo involucrado por sus constantes salidas de La Picota para visitar a su abogado Iván Cancino y pasearse por el norte Bogotá. Mattos se presentó a la audiencia en compañía de su equipo de abogados, el nariñense Alejandro Sánchez, al que acudió por consejo y recomendación de Emilio Tapia a quien conoció en la cárcel. Por su parte, su abogado de cabecera Cancino no se presentó pero lo reemplazó Laura Kamila Toro, abogada de su despacho.
Derrotado, Mattos declaró que estaría dispuesto a pagar 4 años y 8 meses de cárcel además de una multa de un millón de dólares a la Fiscalía y Rama Judicial. El ofrecimiento de Mattos será estudiado por el juez decidirá si lo acepta o no, el próximo 11 de marzo.