El alcalde de Bogotá es un adicto al ridículo. Escucharlo es horroroso, su tonito gomelo, cada vez más acentuado, es insoportable.
Ahora lo último que hizo fue pedirle al papa, en el más puro estilo Jorge Alfredo Vargas, la fotico ganadora, con la que humillará a sus seguidores en redes sociales, la selfie con el papa. Ay Kike, cada vez te veo peor.
A mi forma de ver es un irrespeto que un alcalde, presidente, o cualquier gobernante se atreva a pedirle una foto a un sumo pontífice. No le da ni a los talones. Ya quisieran todos esos políticos tener el poder y el seguimiento que tiene un gran líder como este.
Más respeto señor alcalde Peñalosa con el papa, más respeto.