Ya no hay más espacio para la hipocresía. Zidane ha dejado entrever en su última rueda de prensa que James no seguirá con el Real la próxima temporada. Lo peor está por venir y se hará oficial en las próximas horas que James acompañará a los siempre descartables Danilo, Coentrao, Mariano y Pepe para que vean el partido desde la tribuna del estadio de Gales. De esta manera el colombiano se despedirá de forma ignominiosa del equipo de sus sueños, al que tanto le dio. Una lástima. En Colombia imaginábamos verlo así fuera unos minutos, al final del extratiempo, apareciendo en la foto con la tricolor nacional. Nada esto podrá ser cierto. La decisión además está ampliamente respaldada por la afición española y viéndolo bien es apenas lógico: a pesar de su rendimiento excepcional –es el volante en la liga con más goles- James no ha jugado en los partidos mas importantes de la temporada.
La decisión de Zidane habría enfurecido a Florentino Perez quien espera que su jugador –comprado en 80 millones de Euros- podría ser vendido al Inter en 85. Hasta el momento el equipo italiano es el único que ha hecho una oferta concreta, 45 millones de euros. Una verdadera catástrofe para las arcas del equipo merengue. Florentino, que piensa más en negocios que en fútbol, sabe que James es el segundo jugador después de Ronaldo en vender camisetas alrededor del mundo. Buena parte de ellas se compran en Latinoamerica. A Zidane no le interesan mucho los negocios y por eso sigue enfocado en la final del sábado. Por eso va a contar con la gente que más quiere y confía. James no es una de ellas.
Lo primero que tenemos que desearle a nuestro ídolo es que lo compre un equipo que le dé amor, que lo mime. Ojalá sea el Bayern, ojalá sea el Inter, ojalá vuelva a ser la figura que es. Y ojalá que el próximo año enfrente al Madrid y lo elimine con sus goles y le grite en la cara a ese calvo maldito todo el sufrimiento injusto que ha tenido que pasar en los últimos meses.