Durante la campaña presidencial creí en el uribismo y en Iván Duque, quien dijo que en Colombia no se haría fracking. Incluso, cuando ganó la presidencia, con mi voto, decidió conformar una comisión especial para estudiar su viabilidad en el país, algo que no aplaudí porque lo apoyé pensando que era el mejor candidato que nos iba a salvar del castrochavismo de Petro, que prometía acabar con el petroleo y obviamente con el fracking. Sin embargo, me engañó completamente. Con sus palabras Duque había comprado mi voto, por decirlo de alguna manera, pues no estaba segura si Uribe había escogido al correcto para liderar el país, pero ahora comprobé que el presidente no es más que otro mentiroso y charlatán que se entrega al mejor postor. Desde hace un tiempo la Drummond, una minera muy cuestionada por sus prácticas en el país, viene produciendo gas con fracking. Y su excusa ha sido muy liviana, pues aseguró que el fallo del Consejo de Estado, que frenó la técnica hasta no tener claridad, no les aplica a ellos porque ya pasaron por las fases de exploración y explotación, y ahora están en producción.
Pero de la Drummond no podía esperar nada, yo que soy una ambientalista verdadera y ahora una exuribista, pues Duque ha permanecido en silencio ante las revelaciones sobre los pozos que explota la minera en el Cesar, una población que no tiene nada y ahora quedará con menos.
Por eso castigaré al uribismo que tanto defendí desde que conocí al presidente Uribe. En las próximas elecciones no votaré por sus candidatos. Tal vez ni siquiera vote, pero tengo claro que con los mentirosos y "asesinos" del medio ambiente no volveré a estar.
Presidente @IvanDuque en los debates que estuve presente, lo oí decir decenas de veces esta afirmación “En Colombia no se hará Fracking” acompañada de una buena justificación medioambiental que le adjunto. Cúmplale al país, a sus votantes, y a los que queremos lo mejor para COL pic.twitter.com/XrQiVh9fIs
— Andres Hoyos (@donandreshoyos) May 3, 2019