Desde el 7 de agosto después de que Gustavo Petro se posesionará como presidente de la República y Francia Márquez como vicepresidenta frente a una multitud en la plaza de Bolívar, la distancia entre ambos es cada vez más evidente. Sus agendas políticas no se cruzan y las promesas que Petro le hizo a la líder social siguen sin materializarse. Frente al Departamento de Prosperidad Social que estaría en manos de Francia Márquez quien lo lideraría al lado de su padrino político, el senador Alexánder López, hubo cambio de planes y Petro terminó nombrando como su directora a la abogada Cielo Rusinque.
Con este nombramiento a última hora, las tensiones entre Francia y Petro se profundizaron y el Ministerio de la Igualdad quedó embolatado a pesar de que fue la bandera en campaña de la vicepresidenta que quería ser nombrada como ministra de este gabinete. No es la primera vez que el presidente falta a su palabra, en la elaboración de la lista al Senado del Pacto Histórico para las elecciones legislativas, optó por poner en el décimo lugar al cuestionado Álex Flórez, cuota del alcalde Daniel Quintero, y no al líder afro Carlos Rosero del círculo cercano de Francia Márquez.
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