En julio del año pasado cuando el proceso de paz estaba en la recta final, el general Harold Bedoya, no desistió en su empeño de deslegitimar el proceso de paz del gobierno Santos con las Farc, con el que siempre estuvo en desacuerdo. Desde que fue dado de baja en el 2007 por el presidente Samper, Bedoya representó el ala dura de los militares, sin disposición alguna para negociar el fin del conflicto via el diálogo con la guerrilla.
En esta carta el general (r) Harold Bedoya le pide al comandante de la división Córdoba del Ejército, Hernán José Guzmán, que no tome la vocería de todos los militares frente a los resultados del general Jorge Enrique Mora en los diálogos con las Farc. Harold Bedoya encabeza un grueso sector de militares retirados, de la vieja guardia, distantes del proceso de paz, que no sé sienten representados por la primera línea de mando entre los militares activos alineados con el proceso de paz ni por los delegados militares en Cuba en cabeza de Jorge Enrique Mora.
En la carta de Bedoya, excomandante de las FFMM en 1997 y cercano a las tesis del Uribismo, califica al general Mora Rangel cómo “una ficha política del Presidente Santos para lograr el objetivo de las Farc de desestabilizar el país”. Remata con un grito de guerra: “Soldados, no hay marcha atrás, armas en dirección, de frente, paso de vencedores“.
Esta es la carta: