En estos días tan poco afortunados para la política nacional, en la que todos los políticos se suben a la misma nave de los locos, mis amigas y amigos me llaman llorando, y casi todos lo hacen por la misma razón: ¡No lo puedo creer, Fajardo, Robledo, De la Calle, votando en blanco! ¿Gaviria, Pastrana, Uribe, Lleras, Duque, en la misma foto?, ¿algunos cristianos, maestros, académicos, curas, monjas, apoyando el eje del mal?, ¿gente que trabaja por un mínimo apoyando a quien le va a subir a 10 horas de trabajo la jornada laboral, le va a subir 7 años para su pensión, y le va a robar la educación, la salud, la vivienda, la paz de sus hijos? En fin, toda esa catástrofe ética por la que pasa el país.
Así que me puse a escuchar música para salir de esta tusa, y como un amante al que han traicionado hice sonar mi rockola. Me decidí empezar a superar esta tusa de la primera vuelta. Así que cuando uno está pasando una tusa lo mejor es dedicarle unas buenas canciones a sus amantes cachones. Aquí mi selección para sacarse esa tusa. Es mi recomendación, tengo un doctorado en el amor.
Etapa de la negación: para tratar de sacarse su partido cuando el amor de su vida se fue con otro, como ahora que Lleras se fue con Duque, Gaviria se fue con Duque, Pastrana se fue con Duque, Viviane se fue con Duque, ¿quién más se va con Duque? Mi mejor consejo, no mantengas esa relación tóxica. Tu amor político ya no está, para, en una relación se necesitan dos. Él es el poderoso, tú eres solo un esbirro. No seas sadomasoquista.
“Uhhh...uhhh... Yo no sé por qué cantarle a ella si debía aborrecerla con todas las fuerzas de mi corazón, todavía no la borro totalmente, ella siempre está presente como ahora en esta canción. Incontables son las veces que he tratado de olvidarla y no he logrado arrancarla ni un segundo de mi mente, porque ella sabe todo mi pasado, me conoce demasiado y es posible que por eso se aproveche, porque yo en el amor soy un idiota, que ha sufrido mil derrotas, que no tengo fuerzas para defenderme, pero ella casi siempre se aprovecha, unas veces me desprecia y otras veces lo hace para entretenerme y es así" (Polo Montañez, Un montón de estrellas).
Etapa de la ira: el sentimiento de frustración es inevitable. Lo mejor es alejarse de ese amor traicionero, déjalo ir detrás de sus puestos o tajadas. Una parte de uno sabe que es injusto y tratamos de dirigir la rabia contra personas que no tienen la culpa (vecinos, amigos, compañeros de trabajo, profesores). Piensa muy bien antes de actuar o decir. Solo tu político corrupto te abandonó, nosotros seguiremos siendo tus amigos, tus compañeros de estudio o trabajo, tu vecino que algún día puede darte una mano, incluso trabajo. Aprende, en una sociedad vivimos unos con otros, aprende a respetar al otro semejante a ti. Una cosa es el político, pero tú y yo, usuarios TransMilenio, por favor, nosotros somos equitativamente pobres. Eso es lo más democrático que tenemos en este país. Los políticos son millonarios, se robaron tu dinero.
"Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho, infrahumano, espectro del infierno, maldita sabandija, cuánto daño me has hecho. Alimaña, culebra ponzoñosa, desecho de la vida, te odio y te desprecio, rata de dos patas, te estoy hablando a ti. Porque un bicho rastrero, aun siendo el más maldito, comparado contigo se queda muy chiquita" (Paquita la del Barrio, Rata de dos patas).
Etapa del reproche: en este momento pensamos "si yo hubiera hecho tal cosa" o "si los demás hubieran hecho tal cosa esto no habría pasado". Creamos ficciones, creemos que él o ella va a volver, que vamos a volver a nuestro momento idílico. Todo esto es normal y pasajero hasta que entendamos que los ciudadanos (los electores que siempre nos sentimos usados) no controlamos nada (pregúntele a la Registraduría). Y créame, la culpa no la tienen los demás. Pamplinas, los politiqueros son unos cachones por naturaleza. Tú solo eres un ingenuo.
“Te extraño más que nunca y no sé qué hacer. Despierto y te recuerdo al amanecer. Me espera otro día por vivir sin ti. El espejo no miente, me veo tan diferente, me haces falta tú. (…) Era tan diferente cuando estabas tú. Sí que era diferente cuando estabas tú. No hay nada más difícil que vivir sin ti. Sufriendo de la espera de verte llegar, el frío de mi cuerpo pregunta por ti, y no sé dónde estás, si no hubiera ido, serías tan feliz. No hay nada más difícil que vivir sin ti” (Marco Antonio Solís, Si no te hubieras ido).
Etapa de la depresión: sentimos la inevitable sensación de vacío, el abismo, la orfandad hecha carne y hueso, personificada en uno mismo. Lo bueno de esta etapa es que empecemos a ajustar nuestra realidad, no hay nada que podemos hacer. Sentimos la desesperanza. Busque amigos para conversar, sea proactivo, no se quede ahí. La política dura unos meses, luego deberás enfrentar la dura realidad, descubrir que todo era una mentira. Que las promesas jamás son cumplidas, te dicen que darán educación, recortan el presupuesto; dicen que aman la paz, arman la guerra; dicen que vas ganar más, te suben las horas de trabajo y te suben la edad de pensión; dicen que están con los pobres, le dan la plata a los ricos, a los de su clase.
"Él me mintió, me dijo que me amaba y no era verdad. Él me mintió, no me amaba, nunca me amó. Él dejó que lo adorara, él me mintió, él me mintió, era un juego y nada más, era solo un juego cruel de su vanidad. Con el corazón destrozado y el rostro mojado, soy tan desdichada, quisiera morirme. Mentiras, mentiras solo era mentiras, palabras al viento, tan solo un capricho que el niño tenía…"(Amanda Miguel, Él me mintió).
Etapa de la aceptación: ahora podemos ver las cosas con mayor objetividad. Ya las cosas se ponen más claras, más racionales, más decantadas, menos pasionales. Ahora puedes tener la mirada del abuelo que sabe lo que fueron los últimos 50 años de violencia a causa de los intereses mezquinos de los políticos o politiqueros de oficio.
“Aparecen en elecciones a unos que llaman caudillos, que andan prometiendo escuelas y puentes donde no hay ríos, y al alma del campesino llega el color partidizo, y entonces aprende a odiar hasta que el que fue su buen vecino. Todo por esos malditos politiqueros de oficio” (Silva y Villalba, A quién engañas abuelo).
Así que, amigo entusado. Sabemos que aún quedan esperanzas y por muy paradójico que suene te invitamos a sentipensar ¿cuál es la mejor opción para tu país? Recuerda, este mensaje aplica solo para superar la tusa causada por un politiquero cachón. Pero tú, Gaviota que ve a lo lejos, vuela muy alto. Gaviota que emprende vuelo no se detiene. No te detengas triste gaviota, sigue tu canto. Tal vez mañana cambie su suerte.