Detrás de la exitosa de la Selección Colombia con la llegada de José Pékerman en 2011, hay un hombre que estuvo involucrado en el proceso de la mayoría de los jugadores de esta generación en las divisiones inferiores: Eduardo Lara.
El técnico vallecaucano fue el que más tiempo estuvo al mando de selecciones Colombia juveniles, dirigiendo la sub-17 desde 2002 hasta 2007 y la sub-20 desde 2004 hasta 2011. Bajo su batuta en el Mundial sub-17 de 2003 jugaron Pablo Armero, Cristian Zapata, Fredy Guarín y Adrián Ramos. En aquel mundial Colombia llegó hasta semifinales del torneo.
En el sudamericano sub-20 de 2005 Colombia fue campeón y esto le dio tiquete al mundial juvenil de ese mismo año. Si bien Armero y Ramos no estuvieron presentes, el equipo se reforzó en ese año con Falcao García, David Ospina, Abel Aguilar, Hugo Rodallega, Camilo Zuñiga y Dayro Moreno como los más destacados.
Para el 2007, Lara siguió también al frente de la sub-17 y en el mundial de ese año apareció quien sería el mejor jugador del Mundial 2014: James Rodríguez, Jeison Murillo, Santiago Arias y Stefan Medina, siendo eliminados nuevamente en semifinales. En el recordado mundial sub-20 de 2011 estuvieron los anteriormente mencionados excepto Medina, pero se sumaron Luis Muriel, Duvan Zapata y Sebastián Pérez, llegando a cuartos de final
Todos los jugadores anteriormente mencionados fueron o todavía son parte de la columna vertebral de la Selección Colombia, ya sea en los mundiales de 2014 y 2018 o las Copas América de 2015, 2016 y 2019. El proceso de selecciones inferiores, tan criticado actualmente en Colombia, dio sus frutos durante la era de Eduardo Lara, a quien le debemos gran parte del éxito reciente de la tricolor.