En una comunidad donde las oportunidades están, y de no estar si se buscan se encuentran resulta más fácil llenarle el bolsillo al otro antes de luchar por los sueños propios.
El Bagre ubicado en el Bajo Cauca Antioqueño es característico por la gran riqueza natural que posee, además de que sus habitantes son personas particulares como todo buen colombiano dispuesto a prestar ayuda siempre, siempre verraco y trabajador; pero hay un caso particular y triste en esta pequeña gran población y es que si bien las oportunidades están, porque a un lugar tan lejano como este llegan posibilidades de formación académica e incluso oportunidades laborales, al Bagreño se le hace más fácil ayudar en la construcción de sueños de personas ajenas a su entorno poniendo los sueños propios en último lugar de su lista de prioridades.
Es normal que a nuestra región llegue un paisa (que si bien es característico en ellos lograr buenos negocios), un costeño, un pastuso o incluso un gringo y enseguida logre crear un gran almacén y lo hace funcionar al tope aprovechándose del trabajo del habitante Bagreño e incluso hasta robándole parte de su sueldo y las diversas utilidades que como trabajador se le debería prestar; mientras, un local las veces que intenta lograr un buen negocio por una u otra razón siempre termina quebrado y más llevado que el momento en el que empezó y la pregunta es ¿qué estamos haciendo para mejorar eso? ¿Acaso no queremos arreglar dicha situación? ¿En serio es esto lo que queremos para nuestros niños? Pues aparentemente es eso lo que queremos porque tristemente y aun viendo lo que sucede a nuestro alrededor ninguno hace nada por mover un dedo y aunque sea instruir a los pequeños que van formándose para que no queden en lo mismo que ahora están viviendo sus padres.
Fotografías: Juan Esteban Ruidiaz (Noche)
-Jean Carlos Wiesner (Día)