La falta de liderazgo en los partidos tradicionales, les impide proponer un candidato viable para recuperar el manejo del Estado.
Si hablamos de liberales y conservadores oficialistas, cabe la pregunta sobre: La razón por la cual, han pasado por disidencias tan fuertes, como la de Gaitán y Galán (liberales) y Gómez Hurtado (conservador), trágicamente silenciados.
Pero, examinemos quienes dieron la estocada final, -porque todos metieron mano para el desastre por más de un siglo- que llevó a estos dos partidos, a la lamentable situación en la que se encuentran.
Presentemos el primer enterrador, el liberal:
Ernesto Samper 1994 - 1998. Más conocido como: “El Elefante”.
Lanzado al estrellato por Andrés Pastrana, quien, desata el escándalo que abrió el proceso 8.000. Sin embargo, Samper se amparó en que “todo se hizo a sus espaldas”, a pesar, de que Botero su jefe de campaña, haya afirmado, que si sabía.
Presos y quemados para el liberalismo, sería el futuro del oficialismo disperso en disidencias; lamiendo mermelada donde se la ofrezcan.
Serpa, quien fue su escudero, terminó con cinco campañas fracasadas. A partir de Samper, el Partido Liberal, no ha vuelto a poner presidente; y, su desgastado liderazgo, tiene como consecuencia al anquilosado Gaviria, que no es otra cosa que un mediocre dictador que debe ser removido.
El segundo puesto de enterrador le corresponde al conservador:
Andrés Pastrana: 1998 - 2002. Este, reconocido como: “El Sapo”.
Logra alcanzar la presidencia, primero, por su incesante martilleo en contra de Samper; y segundo, porque se paró en el trampolín de la Paz; y, Tirofijo, le tiró el salvavidas de la foto, con la que se hizo famoso. Su fracaso en el Caguán fue estrepitoso. Deja un país incendiado, secuestrado, poblaciones estalladas, pescas milagrosas, campos de concentración llenos de militares y civiles, y una guerrilla fortalecida, armada y muy rica. Entre otras perlas más.
Además, de haber maniatado al ejército al punto de provocar la famosa renuncia del general Canales en Cali. Pastrana, da la estocada al Partido Conservador y lo obliga a someterse a acuerdos clientelistas arrodillados a sus enemigos que combatió otrora, con tal de mantener sus cuotas burocráticas hasta el día de hoy.
El tercer puesto de enterrador le corresponde al disidente:
Iván Duque: 2018 – 2022. Se hizo famoso como “El títere”.
La incoherencia de Pastrana y las Farc, parieron el primer disidente -Uribe- en alcanzar la presidencia. Duque, su más dilecta marioneta, logra imponerlo, bajo el discurso de hacer trizas la paz, que venía sufriendo el desgaste del tiempo que dejó Santos. Las hazañas de este campeón de los memes, son de clara recordación por lo recientes. Lo cierto es, que logró llevar a su mentor hasta las cifras más bajas de popularidad.
Queda entonces, allanado el camino del gobierno alternativo; sustentado en una, “Colcha de retazos de delicada costura”.
La pregunta es: ¿Logrará el Pacto Histórico en cabeza de Petro mantenerse en el poder, al menos, cuatro años más?
¿Ocupará Petro el cuarto lugar en el ranking de los enterradores, en una corta palomita de los alternativos? Los que, ideológicamente mantienen profundos abismos.
Amanecerá y veremos
