El ministro Tobias Ellwood, un ex oficial de las Fuerzas Armadas, fue uno de los primeros en asistir al policía que fue herido por el atacante terrorista en las afueras del Parlamento británico. Sin embargo, sus desesperados esfuerzos al hacerle respiración boca a boca y reanimación no fueron exitosos y el uniformado perdió la vida.
La frustración y la impotencia de Ellwood, de 50 años, quedaron registradas por las cámaras, que mostraron su rostro ensangrentado tras intentar ayudar a la víctima. Una vez más, el terrorismo marcaba a fuego la vida del funcionario, quien tuvo una cercana pérdida hace 15 años en otro ataque extremista.
El ministro conservador observa el cuerpo cubierto del policía atacado por el terrorista (Stefan Rousseau/PA via AP).
Fue en 2002 cuando Jonathan, su hermano, se encontraba en la turística isla de Bali. El horror lo sorprendió en el ataque más mortífero de la historia de Indonesia, llevado a cabo por miembros del grupo islámico Jemaah Islamiya. 202 personas que disfrutaban en populares centros nocturnos perdieron la vida en atentados suicidas y con coches bomba.
Tobias, quien trabajaba en Londres, viajó para la difícil tarea de reconocimiento del cadáver. Acompañado de registros dentales y huellas, y aunque los médicos locales intentaron convencerlo de no hacerlo, insistió en abrir la bolsa que contenía lo que quedaba de su hermano: "He venido para esto". Finalmente, halló una cicatriz con la que confirmó la peor noticia. "Mamá, es Jonathan", dijo por teléfono.
El ministro Ellwood, en una ceremonia por los 10 años del atentado en Bali (AP)
Una década y media después, el terrorismo volvió a golpearlo de cerca. Su pasado como miembro de la Infantería, donde alcanzó el rango de capitán, le dio la experiencia para asistir en momentos críticos al policía que fue acuchillado por el atacante. Luego, el encargado de Medio Oriente y África fue relevado por los paramédicos que llegaron al lugar. Los extensos y repetidos intentos de reanimarlo no surtieron efecto.