El 9 de abril de 2022 en horas de la tarde, en la vereda Cocorilla, perteneciente al municipio de San Antero, Córdoba, sucedió una tragedia: se le quemó la humilde vivienda de bareque y palma al señor Gabriel Miranda, un campesino que estaba ocupado en su oficio como sacador de carbón en hornos de leña.
Sintió un olor extraño. Se percató a lo lejos de la humareda que salía de su casa. De inmediato corrió a ver qué pasaba, pero ya era tarde. Alcanzó a sacar una cama y una que otra prenda. Le tocó ver, junto a su nieto de 5 años, cómo su casita se convertía en cenizas por segunda vez, como lo hizo también en años pasados.
El 31 de octubre de 2018 ya se le había quemado la humilde casa donde vivía, que era de sus padres. Pero, lastimosamente, no recibió ayuda alguna por parte de los entes correspondientes del municipio de San Antero, Córdoba.
Cuenta él mismo que irónicamente, cuando él fue a la Alcaldía a solicitar una ayuda, le dijeron que tenía que llevar la evidencia de la casa incendiada. Obviamente el campesino no tenía imágenes, pues estaba ocupado en salvar algunos de sus enceres; no era momento de tomar fotos.Y aunque el incendio fue atendido por los bomberos de dicho municipio, no le creyeron, qué cosa más absurda, si una casa de palma y madera en cuestión de minutos se convierte en cenizas.
Ojalá esta vez la Alcaldía sí pueda hacer algo por este señor.
Muchas gracias a ustedes por permitirme comunicarles esta noticia.