Hijo de una de las familias más poderosas de la Costa, David Manotas Char era un ingeniero eléctrico de 42 años que vivía en Bogotá, en el edificio Santa Cruz de los Molinos, en la calle 105 con carrera 17 en el norte de Bogotá. Tenía la costumbre de llegar del trabajo, encender un porro y subirle todo el volumen a su Bosé. Los vecinos se quejaban, pero había uno que lo hacía con más insistencia que los demás, que incluso llegó a los insultos y a las agresiones para hacerse respetar.
Era el ingeniero zootecnista Francisco José Cifuentes quien no tenía reparos en espetarle todo el odio que le generaba su comportamiento. Un domingo de septiembre del 2014, a las 11: 40 de la noche, Cifuentes golpeó la puerta del apartamento de Manotas Char del que salía, atronador, un vallenato. Manotas Char abrió la puerta y Cifuentes entró. Discutieron, Manotas agarró un cuchillo y le propinó 22 puñaladas, 18 de ellas por la espalda. Después de terminar su carnicería agarró a su vecino y lo tiró por el balcón. En las cámaras de seguridad queda registrada el momento en el que el hombre salió del edificio con el cuchillo ensangrentado en la mano. Pasaron pocos minutos antes de que la policía lo capturara.
Pasó cinco años en la cárcel hasta que lo condenaron a 17 años. Su defensa afirmó que el hombre había actuado en defensa propia. Para la opinión pública fue un verdadero escándalo que le hubieran dado tan pocos años.
Este fue el video que se usó como evidencia: