Entre todas sus propiedades, repartidas entre Miami y Colombia, la que más le gusta a Gustavo Bolívar es su Hotel el Paraíso, un homenaje que quiso hacerle al arte que a él lo hizo rico: el cine. Quería que ese fuera el primer hotel “escenográfico” de Colombia y cada escalón tiene grabada una de las grandes películas ganadoras del Oscar, todo es dorado y rimbombante.
El Hotel Paraíso era, además, el reconocimiento que él quería hacerle a uno de sus lugares favoritos, el municipio de Ricaurte, Cundinamarca. La inversión con la que arrancó el proyecto fue de 1.500 millones. Más que un Hotel quería hacer, en sus 12 hectáreas, un lugar donde se grabaran películas, una especie de Hollywood cundinamarqués. Inaugurado en 2012, el Paraíso se aprestaba a convertirse en un hotel revolucionario.
En 2019, una de las ideas que tenía para que el proyecto no se pareciera a nada existente en el país, es que solo funcionaría con energía solar. El escogido para hacer esta tarea fue Diego Díaz, un joven ingeniero que Gustavo Bolívar conoció a través del actor Bruno Díaz, un hombre que compartía con Bolívar una creciente simpatía por Gustavo Petro.
El contrato que firmó el joven Díaz con Bolívar fue de 200 millones de pesos y establecía la modalidad de pago por ahorros. Es decir, a medida que los paneles lograran ahorrar energía, el Congresista iría haciendo pagos mensuales. En el primer mes, el consumo de energía se bajó en un 50 %. Se hizo un primer abono de cuarenta millones, pero apareció la pandemia y el Hotel cerró durante 16 meses. Estuvo tambaleando financieramente y los pagos se cortaron abruptamente.
Para montar los paneles, el joven dueño de una empresa de energía solar, se endeudó. Por eso necesitaba que los pagos se hicieran con puntualidad. Daniel Díaz hizo lo posible por encontrar al entonces Congresista y hacerle pagar su deuda, pero sus esfuerzos fueron en vano. Una serie de reveses económicos lo llevaron a una depresión que terminó con su vida.
Bruno Díaz y sus dos hijos, Daniel y Juan Sebastián, intentaron por todos los medios concertar con Bolívar. Cansado de los desplantes, Bruno Díaz hizo un demoledor video en agosto de 2021 en el que no bajaba de “falsario” al escritor y político. Además, le instauró una demanda penal por el incumplimiento del contrato con su hijo.
Bolívar se defendió afirmando que, debido a la pandemia, había contraído una deuda de 100 millones de pesos con Codensa ya que el Hotel se mantenía con energía regular. Además, alegó que el video había sido financiado por sus enemigos políticos: señaló al uribismo y específicamente a José Félix Lafaurie.
Después del ruido mediático, el caso permaneció en el más profundo silencio. La familia de Díaz ha intentado reunirse con Bolívar, pero él siempre rehúye a la cita enviando emisarios y dilatando aún más los tiempos de entrega.
En julio de 2023, Gustavo Bolívar fue elegido para ser el candidato del Pacto Histórico a la Alcaldía de Bogotá. Sin embargo, la demanda de Bruno Díaz lo tiene contra las cuerdas financieramente y tampoco ha podido acceder a créditos con el sistema financiero porque la inscripción de su candidatura está demandada ante el Consejo Nacional Electoral.
Bruno Díaz ha decidido mantenerse al margen de cualquier polémica que incluya a su hijo en este momento porque quiere evitar que su memoria sea instrumentalizada en plena campaña electoral a la Alcaldía de Bogotá.
La situación se ha complicado aún más debido a un artículo publicado por Bolívar en su blog, titulado Un expresidente muy inteligente. Según los Díaz, este es un artículo que denigra la memoria de su hermano porque en el texto, Bolívar confiesa que tuvo acceso a la historia clínica de Diego Díaz y habría inventado un perfil psicológico que directamente afecta su reputación.
Los hermanos Díaz, con el aval de su papá Bruno, reafirmaron que el Candidato a la Alcaldía no ha pagado las cuotas mensuales de la deuda como comprometió, sino que llegó a tener 46 meses sin aportar una sola cuota, además habría cometido el delito de “violación de la reserva legal de la historia clínica”.
Bolívar ha respondido y en un escueto comunicado afirma que la deuda está saldada. Estos son los tres puntos que el creador de Sin tetas no hay paraíso afirma tener controlados:
1. El retraso del pago que existía con el señor Díaz fue saldado, pagando en su totalidad los intereses y la mora.
2. El restante de la deuda está siendo pagada al día, desde hace un año, conforme lo estipulado en contrato suscrito. A la fecha no hay ningún tipo de mora;
3. Estos pagos que se realizan desde hace un año, son trimestrales, y están siendo cumplidos a cabalidad.
Por lo pronto, Bolívar, quien según las encuestas figura como uno de los tres opcionados para llegar a la Alcaldía de Bogotá, ha sacado la totuma y les ha pedido a sus seguidores financiar, a través de una vaca, su candidatura. Los Díaz, lejos de querer instrumentalizar la memoria de Diego, solo esperan que se haga justicia.
