El 7 de agosto de 2022, frente a una Plaza de Bolívar completamente abarrotada, el presidente Gustavo Petro se refirió brevemente a lo que sería parte de su política exterior: “Buscaremos mayores alianzas con África, de donde provenimos”.
Para los gobiernos anteriores, las prioridades diplomáticas han sido Estados Unidos y Europa. En América, sólo dos países, Brasil y Cuba, han decidido hacer presencia en ese continente completamente tomado por las guerras civiles, la delincuencia y el narcotráfico. La droga que sale de los puertos nacionales llega por toneladas a Senegal, Burkina Faso y de ahí, se extiende por todo ese territorio.
En un país con 10 millones de afros es más que necesaria una presencia inexistente por ahora en África. Actualmente, Colombia cuenta con embajadas solo en cinco países africanos: Argelia, Egipto, Marruecos, Kenia y Sudáfrica. En otros tres, hay consulados, y son Ghana, Benín y Nigeria.
A mediados de mayo, esto va a empezar a cambiar después de que la vicepresidenta Francia Márquez asista a la visita de Estado a España, arrancará una gira con sesenta personas, entre los que se incluye artistas, el canciller Álvaro Leyva y otros diplomáticos para fortalecer los lazos con ese continente.
La visita más importante será a Etiopía, sede de la Unión de países africanos, en donde se abrirá una Embajada colombiana. Los otros países serán Kenia, Sudáfrica y Senegal. A pesar de las críticas de la oposición, la tumultuosa gira es coherente con lo que el Gobierno prometió desde el principio, que era fortalecer los lazos con un continente olvidado.
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