Dicen que los bumanguess tienen mal genio pero a veces ya rayan en lo irracional. El único pecado que cometió este joven domiciliario fue equivocarse de dirección, sin embargo le respondieron con fiereza, le tiraron el mercado en la cara. Absurdo teniendo en cuenta que en plena pandemia entregar un domilicio es arriesgar la vida
Sucedió en Bucaramanga. Así le devolvieron el mercado a un domiciliario que se equivocó de destinatario. Saquen sus propias conclusiones. pic.twitter.com/v1pzlaMFn4
— veedor12 (@veedor12) June 25, 2020