Dicen estar en el centro de la política, su premisa más valiosa es que las discusiones entre derecha (neoliberales) e izquierda (socialistas) son cosas de antaño, peleas del siglo XX ya superadas con la caída del muro de Berlín y la disolución de la URSS. Ademas, dicen encarnar esa superación, son el punto intermedio, un híbrido entre el liberalismo y socialismo, son los reformistas por excelencia del Estado y el Mercado. Creen que el Capitalismo puede ser verde y humanista. Son el ultimo eslabón de la moral y la ética. Sin embargo, si los contradices, buscaran anularte acusándote de polarizar, o en el peor de los casos, de ser un extremista.
El libre mercado y la globalización son sus deidades, dado que en ese contexto emergen como una "nueva" ideología, que en la práctica no ha dado los resultados que prometían sus ideólogos. En lo teórico se sustentan en el pensamiento del sociólogo ingles Anthony Giddens quien hizo parte del gobierno del primer ministro Británico Tony Blair (1997-2007), este ultimo fue quien termino de poner de moda esta ideología política a nivel mundial.
En Colombia, uno de los mayores promotores fue el ex presidente Juan Manuel Santos Calderón quien, el 11 de diciembre de 1998, sacó una columna en el periódico el Tiempo denominada "Qué es la Tercera Vía", en ella explica con entusiasmo los aportes del sociólogo ingles antes mencionado, la importancia del Partido Laborista ingles al encontrar un camino diferente para los "nuevos" progresistas del mundo y la puesta en marcha de dichas premisas por el primer ministro de la época.
Estábamos ante el final del bipartidismo, del viejo socialismo y de un liberalismo obsoleto, empero, en nuestro país resulto muy útil como salvavidas para reencauchar a una oligarquía cuestionada por sus vínculos con el narcotráfico (proceso 8000), y categorizada por sus propios aliados norteamericanos como una Narcodemocracia (Director de la DEA, Joe Toft). Esto fue tan pertinente que les cayó como "anillo al dedo" para la aplicación del famoso "renovar para conservar" que tanto les gusta a la élites para perpetuarse en el poder.
En gran parte, lo anterior podría explicar su postura frente al Acuerdo de Paz con las Farc-ep, en definitiva Juan Manuel Santos no era un "Castro-Chavista" como aún vociferan sus contradictores, era más bien un Tercera Vía que estaba poniendo en práctica su ideología política, solucionando mediante el diálogo un conflicto armado con una guerrilla Marxista-Leninista, algo que para él era un discurso viejo y pasado de moda. La batalla ahora debía ser en el campo de la democracia, donde las transformaciones eran posible bajo la filosofía del "Buen Gobierno". A pesar de lo trascendental de este acuerdo, nunca se tocó el tema económico, osea la estructura que genera la desigualdad social, motor del conflicto político/social en este país, que aún sigue vigente y que no permite que se generen las condiciones para vivir en pleno las promesas de la constitución de 1991 del Estado Social de Derecho.
Este es solo un ejemplo, en realidad hay muchos políticos y académicos en Colombia que son Tercera Vía, pero esta solo es una fachada, dado que en el fondo saben que este es un sistema suicida y les da "vergüenza" enunciarse como neoliberales que legitiman un Capitalismo salvaje porque en ultimas ellos gozan de privilegios que son de clase, así digan que esa "tal lucha de clases no existe". La iniquidad no los afecta para nada, a lo sumo los conmueve.
Por lo anterior concluyo que quienes profesan esta "nueva" ideología no están en el centro de la política, sino en uno de los costados, en la derecha, estos sujetos políticos son camaleonicos y esta habilidad les permite ajustarse a los discursos de moda o coyunturales con una facilidad que quien no tenga una conciencia critica o una mínima capacidad de análisis, pueden creer firmemente en sus planteamientos. Por eso hay que tener mucho cuidado con estos neoliberales de closet, en especial con su nuevo caudillo, a quienes las castas tradicionales de las regiones ya empiezan a postular como el nuevo "salvador" del país, hablo de quien gobernó Medellín, el frívolo y calculador Sergio Fajardo.
