El nombramiento estaba cantado. La única hoja de vida en la página de Presidencia para ocupar el cargo de director del Centro Nacional de Memoria Histórica era la del historiador Darío Acevedo, un hombre con un amplio recorrido académico pero criticado por su posición frente al conflicto armado en Colombia, el cual no reconoce. Con este decreto, el presiente Duque logró poner un director en la entidad que nació con la Ley de Víctimas en 2011, tras dos intentos fallidos con Mario Javier Pacheco y Vicente Torrijos, quien incluso alcanzó a ser nombrado oficialmente pero tuvo que renunciar tras comprobarse que había mentido sobre su título de doctor.
Darío Acevedo Carmona tiene una larga trayectoria académica como profesor de la Universidad Nacional de Medellín, vicedecano académico entre 2013 y 2014 en la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la de la misma universidad y director del Área Curricular de Ciencias Humanas y Sociales en posgrados de Historia. Acevedo, quien además es doctor de la Universidad de Huelva, España, ha sido un hombre muy cercano al uribismo. Junto a José Obdulio Gaviria y Libardo Botero, hizo parte del grupo de pensadores e ideólogos de la Fundación Centro de Pensamiento Primero Colombia, que nació de la mano de la reelección de Álvaro Uribe en 2006 para esparcir las ideas del expresidente por todo el país.