Que las autoridades puedan llevarse gente en carros, sin cumplir ningún protocolo, me parece preocupante, miedoso. Me recuerda relatos sobre desapariciones, narraciones de las que no se habla mucho, pero que recorren toda América Latina. Ante esto, los medios no dicen nada o dicen muy poco, lo cual hace evidente que ellos hacen parte del problema. Yo pensé que hoy abrirían con esa noticia, ese es su trabajo y estaban obligados a hacerlo, pero se nota que no les interesa el tema. Nosotros, los ciudadanos, estamos en paro y los medios quieren que estemos como todos los años en plan de consumo navideño.
Las instituciones tampoco se han referido al tema, ni la policía ha argumentado por qué procedió de esa manera, ni la alcaldía ha dicho nada y el gobierno mucho menos. Y, por lo visto, nadie les insistirá para que den razón sobre su tenebrosa forma de proceder en la noche del martes 10 de diciembre. Sin embargo, entre tanta oscuridad hay algo de luz. Anoche, en Teusaquillo la policía trató de llevarse a otro joven, pero una señora del barrio lo abrazó y no lo soltó, a pesar de que la amenazaron con ponerle comparendos, ella se quedó con el muchacho, por eso no se lo llevaron. Unos conductores valientes siguieron al carro usado para secuestrar a una joven, los siguieron hasta que la mujer salir. Por su parte los internautas hicieron circular la información y todos los interesados en el tema estuvimos pendientes de lo que sucedió. Está visto que debemos cuidarnos entre nosotros, pues ninguna otra instancia está interesada en defendernos.
Por otro lado, me preocupa el lenguaje con el que buscan suavizar la represión. Hace unas semanas leí que a uno de los líderes del paro lo habían sacado de una de las jornadas de protesta por que estaba "alterado". A la mujer a la que se llevaron anoche le dijeron que la llevaban a su casa para que no la agredieran, ¿pero quién la agredía? El gobierno y todos los que lo representan se pasean por los estudios de radios y televisión diciendo que los líderes del paro agitan banderas de odio que destruyen al país, nos quieren meter en la cabeza que esta es una cuestión de odios y amores y buscan disimular lo que realmente sucede, que la gente está indignada por las condiciones de desigualdad en las que vivimos.