La suma de las dignidades, un aprendizaje colectivo

La suma de las dignidades, un aprendizaje colectivo

Es necesario encontrar aquellas causas que nos unen para seguir fortaleciendo y construyendo una agenda nacional de peticiones efectivas

Por: Iovan Parra Cuestas
enero 22, 2020
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La suma de las dignidades, un aprendizaje colectivo
Foto: Las2orillas

El #21E se cumplieron dos meses de la convocatoria y movilizaciones del paro nacional, al cual se han sumado diferentes sectores de la sociedad civil y que han planteado una serie de peticiones, más que justas, frente al gobierno nacional, lleva cerca de 17 meses incumpliendo constantemente los acuerdos pactados en La Habana, los protocolos internacionales en la negociación de paz con el ELN y con la firme intención de aumentar el recaudo tributario a través de una reforma que beneficia a los más ricos y poderosos del país.

Pero quizá lo anterior ya la mayoría de colombianos lo sabemos, como sabemos que los encuentros entre el gobierno y el comité de paro no han dado resultados debido a la negligencia de los delegados del gobierno —en cabeza de Diego Molano— con el argumento reiterativo de que se quiere conversar, pero no se va a negociar; una posición que ante la situación de las diferentes regiones del país es lesiva para los líderes sociales, los excombatientes, las víctimas que han retornado a sus tierras y por supuesto para las comunidades y pueblos ancestrales quienes pareciera se han convertido en objetivo militar de diferentes grupos armados por el control territorial y lo que esto significa en cuanto al cultivos ilícitos.

Sin embargo, a pesar de tantas contrariedades, tensiones y asesinatos perpetrados el día #21E se observó una amplia movilización social en todo el país, diferentes ciudades y municipios se sumaron de nuevo a los legítimos reclamos que se han venido dando en los últimos meses, aunque es necesario manifestar que fue un día particular y marcado no solo por la suma propia de las personas y los colectivos que salieron a las calles con sus cacerolas, sino porque cada vez más se vienen sumando dignidades, aquellas que históricamente los grupos armados y los gobiernos han intentado fragmentar, dividir y aniquilar por todos los medios, en especial a través de infundir miedo y terror.

Esta suma de dignidades es mucho más poderosa y cada día toma un eco constante en otras personas, en otros territorios en un sin número de consciencias individuales y colectivas, las cuales han reconocido la fortaleza y la verdadera dignidad de los pueblos ancestrales en defensa de sus territorios, de los artistas que han puesto en las calles sus talentos, a las víctimas que siguen insistiendo en su reconocimiento con las afectaciones del conflicto armado, a los estudiantes que buscan comprometerse con las luchas sociales a través del acceso a la educación de calidad, a los maestros de todas las latitudes que en mejores o peores condiciones procuran el reconocimiento de su ejercicio como vital para la transformación del país y podríamos enunciar muchos otros como sindicatos, organizaciones de campesinos, organizaciones feministas, que han encontrado en la movilización social y el paro nacional la oportunidad de sumar, de juntar propósitos, reivindicaciones, afectos y sin duda alguna dignidades.

Es necesario continuar encontrando aquellas causas que nos unen a los diferentes actores y sectores que están de acuerdo con el paro nacional, para que, a través de la sumatoria de propuestas y escenarios colectivos, se pueda seguir fortaleciendo y construyendo una agenda nacional de peticiones efectivas que se proteja de manera urgente y prioritaria a las comunidades que están siendo afectadas en los Departamentos de Cauca, Nariño, Putumayo, Caquetá, Antioquia, Chocó, Norte de Santander, entre otros donde el valor de la vida es cada vez más depreciado.

Finalmente, no podemos seguir sumando dignidades, sin reconocer a quienes han defendido diferentes causas y que a raíz de ello se han extinguido sus vidas desde el 2 de enero hasta la fecha como Amparo Guegia, Juan Pablo Dicué, Alexander Quitumbo, Virginia Silva, Mireya Hernández, Freddy Álvarez, Nelson Meneses (Cauca), Carlos Cardona (Antioquia), Pedro Guzmán, Gloria Ocampo, Yordan Tovar (Putumayo), Anuar Rojas (Choco), Cristian David Caicedo (Nariño), Tulio Cesar Sandoval (Norte de Santander), entre muchos otros quienes son representantes y motivos para continuar creyendo en una mejor Colombia y en mejores condiciones de vida para quienes están en los territorios donde se disputa la garantía del derecho a vivir.

Esperamos que se sigan sumando y que sus dignidades sean el encuentro y la justificación para educar, enseñar y aprender en la pedagogía de la calle, en la pedagogía social, en la pedagogía del afecto y la hermandad.

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