Años atrás, hablar de discriminación y respeto a la diversidad era casi como mencionar alguno de los problemas aislados que vivía algún municipio o corregimiento en medio de la geografía nacional pues, aunque no desmerecía la atención de los medios de comunicación, ni mucho menos del gobierno, era tratado con menor relevancia ya que no afectaba a la totalidad de la población. Hoy por hoy, y para sorpresa de muchos, este tema se pavonea de transversalizar cualquier documento, desde las circulares de los conjuntos residenciales hasta los más altos decretos Presidenciales.
Sin embargo, con el transcurrir del tiempo, el debate de altura con el que comenzó la defensa legítima por los derechos, comenzó a perderse en el momento en que la lucha por las libertades individuales se convirtió en la batalla por obtener privilegios por encima de otros sectores de la sociedad.
En las últimas semanas la gran controversia respecto a este tema ha girado en torno a críticas hacia a la gestión de personas que, desde sus cargos públicos, según afirman algunos medios de comunicación, promueven acciones en contra de comunidades específicas, por lo cual se convirtió en objeto de mi análisis. Revisé varios de estos casos pero el que más llamó mi atención fue el de Carlos Acosta, quien actualmente es representante a la Cámara por Bogotá, cuyo nombre ha sonado bastante y no precisamente por su gestión, sino por las acusaciones en su contra respecto a su supuesto sesgo legislativo.
Acosta no solo hace parte del nuevo partido Colombia Justa Libres sino que fue uno de sus fundadores, lo cual lo hace merecedor de la persecución por parte de quienes indican que dicho movimiento político “se opone a la garantía de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y masifica expresiones como ideología de género”. La discriminación es uno de mis temas objeto de estudio y más aún cuando implica la vulneración de los derechos de la mujer, por lo cual me di a la tarea de averiguar qué hay detrás de este personaje para que fuese tildado por algunos como opositor a las garantías de nuestros derechos.
Para mi sorpresa hallé que a diferencia de otras UTL en el Congreso, la de Acosta invierte el porcentaje respecto a "cuotas de género" ya que el 70% de sus asesores son mujeres. En su trayectoria médica por varios hospitales se caracterizó por trabajar de la mano con equipos conformados por mujeres; además esta no es la primera vez que participa en política ya que fue representante a la Cámara en el 2001 reemplazando a Nelly Moreno, pues él fue el segundo renglón en su lista. ¡Si! Segundo renglón, por debajo de una mujer.
En su carrera política es bien conocido que trabajó con Viviane Morales promoviendo su labor y compartiendo algunas de sus causas. Hallé también que ha participado activamente en acciones sociales, como misiones médicas y de ayuda humanitaria, siendo promotor y voluntario en el desarrollo de programas a favor de comunidades en situación vulnerable. Acosta tiene dos hijas y su esposa lidera múltiples causas a favor de la mujer, de la infancia y de la familia.
Ojalá sigamos teniendo noticias respecto a este representante, quien, a propósito, fue el único que entregó a tiempo todas las ponencias y cumplió a cabalidad con cada una de las responsabilidades asignadas en la primera parte de la legislatura ya que, según comentan en la comisión VII, varios se retrasaron e incumplieron con las labores que dicha función implica, lo cual tristemente es el pan de cada día en esta corporación pública.
