Como casi que todo lo que tiene que ver con el uribismo, la legalización del impuesto de la sobretasa a la gasolina, que en realidad es la sobretasa a los combustibles, nació como respuesta de última hora, improvisada y sobre todo cabildeada por las siempre sospechosas Fedemunicipios, Fededepartamentos y Asocapitales a las también improvisadas leyes 86 de 1989, modificada mediante la Ley 310 de 1996 y la Ley 488 de 1998, todas ellas remiendos obligados por sendas sentencias de inconstitucionalidad.
Aunque hundida, junto con el resto del paquetazo tributario del uribismo, por las jornadas de protesta iniciadas el 28 de abril de 2021, la aprobación de esta ley, a última hora, en sesiones extra ordinarias, es otro de los habilidosos y tramposos esguinces que la clase política, incluidas las mencionadas federaciones y asociaciones de alcaldes y gobernadores de Colombia; le hacen a la buena fe del colombiano de a pie. Impuesta, como se ha venido afirmando, de manera casi que furtiva, se ha presentado esta sobretasa a los combustibles, como una urgente necesidad de recaudar fondos para las entidades municipales, distritales y departamentales, con el fin de emprender las siempre ausentes, pero eso sí, costosas, obras de infra estructura vial, en calles, carreras, avenidas, carreteras y trochas de Colombia.
El reciente impuesto, aprobado en nocturnas sesiones extraordinarias del Congreso, es el resultado de otra maroma de prestidigitación económica de los encargados de sonsacar las escasas billeteras y carteras de los cada día más empobrecidos colombianos. No obstante que desde hacía tiempo atrás, la Corte Constitucional colombiana, ya había señalado la irregularidad de las antes mencionadas leyes, que le han dado vida a otro de los múltiples impuestos con los que se grava el precio de los combustibles en Colombia, el cobro de esta sobretasa se había venido haciendo de manera más o menos legal (estamos en Colombia), para complacencia de muchas mandatarias y mandatarios locales y regionales, quienes en cumplimiento de su acostumbrada corrupción, dispusieron y pretenden disponer, de manera indebida, del hasta ahora; irregular impuesto.
En medio de la sucia campaña mediática de desprestigio, que el uribismo está implementando a través de sus medios y periodistas afines, en contra de las jornadas de movilización, provocadas, entre otras razones, por el intento de imponer más gravámenes, el triunfo de Fedemunicipios, Fededepartamentos y Asocapitales, se muestra como el triunfo de las regiones y no como una más de las mentiras de la derecha colombiana, en cabeza del actual gobierno de Duque y sus aliados, quienes aprovechando la confusión; retomaron y aprobaron uno de los impuestos que dieron origen a la actual situación de indignación y de protesta social.
Excusaron los discutidos directores y directora de las agremiaciones de alcaldías y gobernaciones; Gilberto Toro[1] - Fedemunicipios, Didier Tavera[2] – Fededepartamentos y Luz María Zapata[3] – Asocapitales, su insistencia en imponer más cargas de impuestos a los colombianos; en la necesidad de no dejar perder esta discutida sobretasa, en momentos en los que los fiscos municipales están deteriorados, olvidando convenientemente, que el presente económico de la gran mayoría de los colombianos es de pobreza y miseria y que un impuesto a los combustibles, no es cosa diferente que agravar más esta situación de calamidad económica, en aras de retornar a una normalidad fiscal y sobre todo de inversión pública, inexistente, como de Narnia y Wakanda, a quienes creen representar.
Es claro que se necesitan recursos para el funcionamiento de las entidades territoriales, pero bastante tiempo tuvieron, los gobiernos nacionales desde 1989 hasta la fecha, así como los congresistas y mandatarios locales y regionales, para ir avizorando fuentes de recursos diferentes al de los hidrocarburos, que tal y como marca la tendencia histórica, pronto serán reemplazados por otras fuentes de energía, mucho más, si como ha ocurrido durante este último año y medio, en países tercer mundistas como Colombia, es casi que imposible gravar más a sus ciudadanías, sin poner en riesgo el rearranque de la economía. No se necesita ser un premio Nobel en Economía, para saber que, si se gravan los combustibles, se gravan indirectamente todos los bienes y servicios que circulan y se ofrecen en la sociedad, entorpeciendo el consumo y retrasando el crecimiento económico.
Así sigan mintiendo con la mano sobre la biblia, Fedemunicipios, Fededepartamentos, Asocapitales, los congresistas que aprobaron la sobretasa y Duque; esta sobretasa sí es otro impuesto más y sí lo terminamos pagando todas y todos.
[1] Fiscalía imputa cargos a director Ejecutivo de Federación Colombiana de Municipios | Fiscalía General de la Nación (fiscalia.gov.co) [2] Gobernador de Santander fue cobijado con detención domiciliaria por aparentes irregularidades en suscripción de contratos del PAE | Fiscalía General de la Nación (fiscalia.gov.co) [3] La esposa de Germán Vargas Lleras inicia nuevo rumbo laboral - Las2orillas