Resaltan algunos medios el ejercicio de “soberanía” de Dumek Turbay, gobernador de Bolívar, frente al vecino departamento del Atlántico por inconvenientes “limítrofes” en el municipio de Santa Catalina, con “plantada de bandera” incluida y la entrega de algunas obras públicas.
Lo primero es que el ejercicio de “soberanía” no existe a nivel de entidades territoriales como la gobernación; el artículo 9 de la CP la apunta a las relaciones exteriores del Estado con otros Estados y, en caso de verse amenazada, el artículo 122 atribuye su defensa al presidente de la República pero no a un gobernador.
Es decir, además de estar creando una situación inexistente, como es violación de la soberanía a un sujeto territorial ajeno a esta, el gobernador Dumek estaría asumiendo una función que no le está otorgada por la Constitución, muy ajena a las funciones administrativas de coordinación e intermediación interterritoriales otorgadas a los gobernadores. En Colombia la soberanía no es un asunto sujeto a descentralización.
Se equivoca también el gobernador Dumek cuando piensa que el territorio se organiza conforme al volumen de obras recibidas pues ello no depende de buenos o malos gobiernos, coyunturales al fin y al cabo. Se organiza como mejor funcione para su gente y como al Estado se le haga más eficiente la prestación de sus servicios.
El examen de límites entre departamentos está a cargo del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, que ha dicho que hasta marzo del próximo año emitirá un veredicto sobre el cual decidirá el Congreso. Sin embargo, Dumek insiste en adelantar la resolución del “litigio” directamente con el gobernador Verano, por fuera de la ley, y cual confuso y tropical encuentro de “Cancilleres Provinciales”. Y los medios aplaudiendo.
Lastimosamente no es un hecho aislado. Recordemos los rasgamientos de vestiduras de un exgobernador del Magdalena por la posibilidad muy lógica de que Palermo se sumase al área metropolitana de Barranquilla, los discursos altisonantes entre Antioquia y Chocó por Belén de Bajirá o cuando el exgobernador de Bolívar equiparó a los promotores del nuevo departamento en la Depresión Momposina con los paramilitares “refundadores de la patria”. Esas actitudes colonialistas son el reflejo del desconocimiento del ordenamiento territorial de parte de muchos gobernantes, ignorancia sobre la cual se construyeron los desórdenes territoriales que alimentan los costos sociales que hoy padecemos en zonas como el Magdalena Medio y la Depresión Momposina.
Alguien debería explicarle eso al gobernador Dumek, antes de que se le ocurra “movilizar sus tropas a la frontera con el Atlántico”. Y no faltará quien ahora me acuse de meterme con la “soberanía” de Bolívar y esta declare la guerra a nuestra Depresión Momposina.