No existe deporte más machista que el fútbol. A los hinchas no les importa si un jugador le pega o no a su pareja. Lo que le importa es que meta goles, que gane los partidos de su equipo. El escándalo con su novia Daniela Cortés detuvo la carrera futbolística del colombiano. Lo mantuvo parado durante mucho tiempo. Sin embargo su novia desdijo sus terribles afirmaciones y dice que por favor lo dejen trabajar. Los hinchas de Boca no se cansan de pedirlo y ya el técnico nacional, Carlos Queiroz, lo reservó.
No es la primera vez que un seleccionador nacional decide llamar a jugadores involucrados en escándalos de violencia sexual. Pekerman llamó a Armero y a Aguilar a pesar de los rumores. Ahora todo indica que Queiroz lo llamará. Será una bofetada más a las mujeres que día a día viven su calvario. El fútbol es un ambiente tan precario que no existe la cancelación por maltrato.