Hubo una época en que su papá era todo. Pedro Villalobos la despertaba cuando era una niña a las cinco de la mañana. Oficial de la policía, estricto y recio, sólo se conformaba con los nudos de la corbata que le hacía su hija, Yorley del Carmen Villalobos. La familia se había mudado de Barranquilla a Bogotá cuando la niña cumplió diez años. Se habituó rápido a las madrugadas frías, a los cielos nublados, a la lluvia perpetua, pero nunca perdió su acento barranquillero. Entre las cobijas recibía el abrazo de su papá y luego, sin farfullar disgusto, le hacía el nudo. No le importaba durar media hora hasta dejarle la corbata que él quería. Fue un ritual que se repitió durante años, que siguió incluso cuando en 1999, a los 16 años, debutaría en la Televisión Nacional siendo la niña presentadora del Club 10 Caracol. A partir de allí la fama no la abandoranía jamás.
Los que la conocen saben que ella siempre la hija de sus papás, que ser una de las actrices más deseadas y cotizadas de Latinoamerica no le ha hecho perder un ápice de su humildad. Los técnicos de Caracol aún le dicen Yorly aunque se cambió el nombre por sugerencia del director Mario Ribero quien la tenía en la nómina de Amor a la Plancha. “Ese nombre es muy complicado, cámbiaselo por Carmen”. Lo demás es historia Su relación con el también actor Carlos Caicedo lleva más de diez años, todo un logro en un medio en donde la infidelidad es pan de cada día. Todo brillaba para la actriz de 35 años hasta que la sombra de la muerte vino a opacar una felicidad que parecía perpetua.
En octubre del 2018, Carmen Villalobos se encontraba grabando Sin tetas si hay paraíso, la nueva versión de la exitosa historia escrita por Gustavo Bolívar. Aunque la producción fue de Caracol Televisión, la versión se pasaría entera en Canal Uno. En plena grabación Carmen recibió una llamada: su papá acababa de sufrir un derrame cerebral. Cinco días duró la angustia y la zozobra, cinco días en donde ella lo visitó día y noche en la clínica de la policía, cinco días que terminarían de la peor manera: a los sesenta años Pedro Villalobos moría. Carmen no hizo de su dolor una feria en redes. Discreta, tranquila, pidió sólo unos días a la producción de Telecolombia para soportar la pena. Una de las pocas cosas que hizo en redes fue este discreto, pero conmovedor mensaje
Más de un año después de la pérdida Carmen no lo olvida. Incluso ahora, cada vez que emprende un viaje hacia cualquier parte del mundo en donde es aclamada como una diva, piensa en llamar a su papá. Cuando recuerda que ya no está se larga a llorar. Aún recuerda sus corbatas, sus despertadas en la madrugada, sus llamadas a toda hora diciéndole en todo momento lo orgulloso que estaba de ella. Su único consuelo ahora es saber que la novela que protagoniza, Sin tetas si hay paraíso, está rompiendo todos los records de audiencia en Canal Uno y lo está levantando.