Esta columna de opinión se publicó en Diario del Sur en el 2008 y se reprodujo en el libro de mi autoría Historias tras la historia, publicado en abril 29 de 2009. Considero oportuno reproducirla una vez más, en tiempos de pandemia y confinamiento, por las circunstancias que como humanidad atravesamos. Coincidencia, quizá, profecía. A lo mejor ya estaba escrito en las estrellas. Luego el hombre se encargó de todo…
“Entre nosotros se introdujo la tristeza, se introdujo el cristianismo, el principio de nuestra tristeza y de nuestra esclavitud; vinieron a matar nuestra flor, a castrar el Sol” (Chilam Balam).
“La séptima profecía maya nos habla del momento en que el sistema solar en su giro cíclico sale de la noche, para entrar al amanecer de la galaxia, nos dice que en los 13 años que van del año 1999 al 2012 la luz emitida desde el centro de la galaxia, sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades, que todos los seres humanos tienen la oportunidad de cambiar y romper sus limitaciones recibiendo un nuevo sentido, la comunicación a través del pensamiento, los hombres que voluntariamente encuentren su estado de paz interior elevando su energía vital llevando su frecuencia de energía vital del miedo hacia la tolerancia podrán captar y expresarse a través del pensamiento, y con él, florecerá el nuevo sentido”… “Cuando El Sol termine su recorrido alrededor de las Pléyades, en el año 2012 a la Tierra llegará un cambio, una época de luz, que renovará al mundo y la cultura maya. Por todo esto, actualmente estamos viviendo cambios climáticos, violencia, desastres ecológicos, porque se avecina el momento del cambio…”.
En el Chilam Balam, libro sagrado de los mayas, se encuentran inscritas siete profecías que anuncian cambios climáticos, la presencia en la órbita terrestre de un gran planeta que alterará su eje generando devastación y muerte, una interiorización de los conflictos humanos, la necesidad de mirar hacia la Madre Tierra respetando su armonía y respetando siempre el sentido ecológico —alertándonos sobre el consumismo y la destrucción de hábitats y ecosistemas—. Una de las profecías mayas de mayor importancia, la quinta, expresa que “todos los sistemas basados en el miedo, sobre los que está fundamentada toda nuestra civilización, se transformarán simultáneamente con el planeta y el hombre, para dar paso a una nueva realidad de armonía. Los sistemas fallarán para enfrentar al hombre consigo mismo, hacerlo ver la necesidad de reorganizar la sociedad y continuar en el camino de la evolución, que nos llevará a comprender la cocreación”. La quinta profecía maya dice que el dinero dejará de usarse como medio de intercambio, y los síntomas que surgen desde distintas partes del mundo parecen confirmarlo. Surgiría un solo camino espiritual común para toda la humanidad que terminará con todos los límites establecidos entre las distintas maneras de ver a Dios.
El nuevo día galáctico está anunciado en todas las religiones y cultos como una época de paz y armonía para toda la humanidad. Es claro entonces que todo lo que no produzca este resultado debe desaparecer o transformarse. La nueva época de luz no puede tener una humanidad basada en la economía militar de imposición de verdades por la fuerza. Los nuevos tiempos de armonía universal, no pueden estar basados en un sistema no equitativo de distribución de la riqueza representado en el dinero, la riqueza virtual, y la especulación financiera. El amanecer de la galaxia debe basarse en el profundo respeto de los unos por los otros, y en el reconocimiento de que todo lo que existe, es como otra parte de cada uno, por eso, no se necesitarán aparatos represivos. La nueva humanidad no necesitará de sistemas tecnológicos de comunicaciones existentes, pues el hombre estará conectado mentalmente (estar conectado mentalmente no significa poder llamar a una persona o el tipo de comunicación que se emplea con el habla, significa tener absoluta confianza en el semejante respetando el fin) por lo que la violencia dejará de existir.
Cierto o no, las profecías mayas han generado diversas interpretaciones a lo largo de la historia; para algunos es la clara manifestación de todo cuanto ocurre en el mundo de hoy; para otros son simples coincidencias de unos seres que conocieron los movimientos celestes como ninguna otra cultura. Lo cierto es que el sábado 22 de diciembre de 2012 nuestra galaxia cumple un ciclo de 5112 años y sale de su parte oscura iniciando un nuevo periodo en el universo.
Bellas profecías las mayas, vale la pena leerlas y mucho más meditarlas.