Con el 3-0 de anoche sobre Sporting Cristal y el 2-0 de hace una semana en Argentina contra Huracán, Atlético Nacional pinta para ser campeón de la Copa Libertadores 2016.
Con ocho jugadores seleccionados por José Néstor Pékerman para su primer microciclo de jugadores locales, se puede afirmar que la Selección Colombia, entre jugadores y técnico, cambia su camiseta por la del Atlético Nacional, que inicia su carrera por la Copa Libertadores de América.
Es la gran revancha de Reinaldo Rueda, extécnico de la Selección absoluta, a quien la Federación dirigida por el corrupto y excolmulgado de por vida de la religión del balón, Luis Bedoya, echó a patadas por la puerta trasera cuando perdió un solo partido en las eliminatorias de entonces.
(Y yo que no quería escribir sobre el trillado tema de la corrupción…pero es tan difícil…)
Sin embargo, el entrenador colombiano demostró su casta al clasificar después a Honduras y a Ecuador,- países que le abrieron los brazos- a los dos anteriores campeonatos de mundo.
Sin demeritar el trabajo que ha hecho el argentino, y sin perder de vista a Juan Carlos Osorio (hoy técnico de México), el colombiano Reinaldo Rueda ha demostrado ser nuevamente firme candidato para volver a asumir la dirección de la Selección Colombia, una vez que termine el ciclo Pékerman.
Y mientras llegue ese momento para dirigir a la Selección Colombia, Reinaldo Rueda ya está dirigiendo a la Selección Colombia.
¿Juego de palabras? Sí, claro. Pero es una real y extraña paradoja.
Rueda tomó las riendas del Nacional y lo sacó campeón de Copa y Recopa en el pasado torneo del fútbol colombiano, con la valla menos vencida, (solo 5 goles recibidos) la delantera más goleadora (35 goles anotados) e impuso un récord de 12 partidos invicto y también de puntos ganados: 39 contra los 37 de Juan Carlos Osorio, a quien supera en cifras junto a los demás técnicos históricos de esta máquina arriera que juega muy bonito a ritmo paisa, y al que no le gusta mucho que le den jugador extranjero que es caro y no sale bueno.
En otras palabras, Reinaldo Rueda en solo 2 temporadas ha sido superior en los números, que los demás entrenadores con mayor número de torneos jugados al frente del “verde que te quiero verde”.
Rueda, es el responsable de que hoy el Atlético Nacional, sea la base de la Selección Colombia; así lo demostró en la última convocatoria donde le “prestó” a Pékerman ocho jugadores: Daniel Bocanegra, Davinson Sánchez, Farid Díaz, Alexander Mejía, Victor Ibarbo, Marlos Moreno, y Sebastían Pérez, y el arquero Cristian Bonilla, quienes juegan con Macnelly Torres.
A esos nueve jugadorazos, súmele a James Rodriguez y a José Fernando Cuadrado y con la dirección técnica de Reinaldo Rueda, ahí tiene usted una Selección Colombia de primera categoría; rejuvenecida y lista para eliminatorias y Copa América Centenario.
Y digo que es la gran revancha para el entrenador, porque sólo le falta ser campeón de la Copa Libertadores con una institución que ya lo fue en una ocasión.
Si Reinaldo Rueda logra coronar al equipo con esa corona que tiene en sus puntas joyitas como Bolívar, San Martín, O´higgins y demás libertadores de América, casi que no me cabe duda de que Ramón Jessurum, nuevo presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, que sí gusta de Rueda, lo nombrará nuevamente técnico de la Selección, para que haga lo mismo que hizo exitosamente con Honduras y Ecuador: clasificar a Colombia al Campeonato Mundial de Fútbol del 2022 en Catar.
País que, a pesar de tener un calor equivalente a que a usted lo metan en el más pequeño de cinco hornos microondas tipo muñecas rusas “mamushka”, puestos en el centro de la gramilla del Estadio Metropolitano de Barranquilla a las 12 del día, será la sede del Mundial, porque ha garantizado estadios cubiertos con temperatura controlada. De lo contario, sería un verdadero camello jugar un solo minuto y para eso tienen mucha plata los árabes que son los paisas de Asia.
En este momento, como está integrado el conjunto “arriero” solo tendría que cambiar la camiseta verde por la tricolor.
Porque todo lo demás, ya lo tiene.
