La sed de los samarios sigue evolucionando

La sed de los samarios sigue evolucionando

Desde febrero no llueve en Santa Marta

Por: Eduardo Marín Cuello
junio 04, 2014
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
La sed de los samarios sigue evolucionando

Hoy, a comienzos de junio, Santa Marta aparece en los titulares de la prensa nacional colombiana debido al caos vehicular y la cantidad de vías bloqueadas por personas que, a lo mejor, perdieron la paciencia por la ausencia de agua que la ciudad viene enfrentando desde finales del año pasado, cuando la temporada de lluvias cesó y empezó la ‘horrible noche’ de los samarios. Noche que oscureció más desde febrero de este año y aún ve de lejos el amanecer.

Según Metroagua S.A. E.S.P., la empresa que se encarga de gestionar el acueducto y alcantarillado en esta ciudad, desde el mes de febrero se está implementando el Plan de Acción Verano – 2014. Una serie de medidas de contingencia que ya casi no dan abasto porque esta sequía es tan fuerte que supera las vividas en 2010 y 2013, manifiesta la empresa en varios de los 41 boletines que ha emitido su oficina de comunicaciones en lo corrido de este año.

Febrero, el génesis optimista

El 6 de febrero, la empresa manifiesta que la sequía “implicaría el suministro de agua potable por sectores y a determinadas horas”. Para entonces, los ríos Piedras y Manzanares que abastecen la ciudad, aportaban menos de 600 litros por segundo cuando en condiciones normales su cuota hídrica es de 800.

“Sin embargo, los usuarios no han sentido los efectos del clima, debido a que la empresa ha adoptado planes y emprendido acciones orientados a mitigar el impacto de la naturaleza sobre el abastecimiento de agua potable de la ciudad, gracias a los cuales se ha podido prestar el servicio a pesar de que los caudales de los ríos se mantienen bajos”, sostiene la entidad en el mismo boletín que presagiaba lluvias para el mes de mayo.

La empresa que funge en la ciudad desde el año 1997, cerraba ese comunicado invitando a ahorrar agua y expresando que las acciones que emprendería para “contrarrestar esta situación y evitar el desabastecimiento en la ciudad”, están contenidas en el Plan de Acción Verano 2014, compuesto de varios frentes de trabajo como “actuaciones en captaciones del sistema norte; puesta en operación de pozos profundos en stand by; obras de infraestructura para el mejoramiento del servicio de acueducto; operativos para la distribución del servicio entre las diferentes zonas de Santa Marta; revisión y mantenimiento preventivo de captaciones, aducciones y Plantas de Tratamiento de Agua Potable”, entre otras.

En el resto de febrero, Metroagua siguió socializando su Plan de Acción en las distintas comunidades que, según ellos y citando algunos líderes comunales, lo acogían con beneplácito. Mientras tanto, y haciendo uso de la táctica de hablar y denunciar lo que siempre había estado a la vista, en conjunto con la Alcaldía Distrital, la Secretaría de Gobierno, la Policía, la Defensa Civil y los Bomberos, empieza a inspeccionar y sancionar a todo aquel que malgaste agua “por intermedio del lavado de carro, terrazas, riego de jardines y otras actividades que obligan al desperdicio del preciado líquido”. Así citó el boletín a la líder de Orden Público, Margarita Güette Hincapié.

Esto, al amparo legal de decretos como el No. 028 del 21 de febrero del 2013, expedido por la Alcaldía Distrital.
Lo que quedó de febrero, la comunidad siguió comprometida con el ahorro mientras la empresa de acueducto, para garantizar el suministro de agua, recurría a operativos consistentes en “la distribución por turnos, entre los diferentes sectores, del agua procedente de las plantas y pozos subterráneos, con la que se abastece el acueducto local”. Es decir, desde entonces los racionamientos y los horarios de ‘llegada del agua’ a los hogares ya estaban en rigor. Para que hagan cálculos de tiempo, Falcao pronto cumpliría un mes de haber sufrido la lesión que, al final, lo sacó del Mundial.

Marzo, el Carnaval de soluciones, la cuaresma de persecuciones y las esperanzas de lluvia

En marzo, mes que empezó con Carnavales, la sequía aumentaba. Se empezó a hablar de una reducción del 50% en la captación de agua en la planta; del Fenómeno del Niño, y cómo éste incidiría en la cada vez mayor escases del preciado líquido (ya añorado para entonces). A principios de este mes, la empresa sacó pecho porque su Plan de Acción era respaldado por la viceministra de Agua Potable, Natalia Moreno Trujillo.

Esa vez, se volvió a manejar la idea de “otra fuente para abastecer la ciudad, porque según los pronósticos que tiene la empresa, esta sequía va hasta finales abril”. Se esperaba que el dicho de abril, lluvias mil se cumpliera. Todos quedaron esperando, incluso la Viceministra que “consideró como importante destacar la priorización de inversiones para lo cual habló con el alcalde Carlos Caicedo Omar, lo que puso en evidencia que aquí se debe repensar en el tema de agua potable y pensar en una estructura de fuentes de abastecimientos adicionales diferentes, que permitan tener tranquilidad en época de verano”.

Aún se esperan los resultados; pues por esos días el alcalde estaba “analizando los estudios que se tienen que hacer para revisar las distintas fuentes de abastecimiento que se tienen la ciudad y no solo vía acuífero que es una preocupación que tiene, sino mirando qué opciones tiene de fuentes superficiales de ríos que se tengan alrededor de la ciudad”.

Los pozos que se vienen gestionando desde el 2012 cobraron fuerza, porque es la solución a más corto plazo que se tiene. Al parecer, días después salieron los términos de referencia para buscar el contratista que construyera esos pozos que aún se construyen, pero no funcionan del todo. La solución a corto plazo, se está haciendo de largo plazo. Ni qué decir lo que pasará cuando se plantee la solución definitiva.

Para ésa época de cuaresma, las lluvias estaban ausentes de todo el territorio nacional y aquí en Santa Marta se seguía persiguiendo a los derrochadores de agua amparados en el Decreto 028 del 21 de febrero del 2013, expedido por la Alcaldía Distrital. Eso pues algunas personas hacen mal uso del agua.

Ese decreto, en su artículo 3, establece la prohibición temporal del uso del agua provista por el acueducto de Santa Marta, para actividades de riego de prados, jardines, lavado particular de autos o motos, aceras, artefactos o actividades de similar característica no autorizadas en el presente decreto.

“Quienes infrinjan esta disposición serán sancionados por el Dadma (Departamento Administrativo Distrital del Medio Ambiente) en ejercicio de las facultades policivas otorgadas por el artículo 83 de la Ley 99 de 1993, entre otras leyes. Para tal efecto se faculta a los Inspectores de Policía, por intermedio de la Secretaría de Gobierno Distrital, para que adelanten las inspecciones oculares que darán inicio a los procesos sancionatorios”, mencionó entonces la empresa.

Los resultados se vieron pronto. “La anulación de dos puntos ilegales, en el sector conocido popularmente como ‘Villa Mojarrita’ en el barrio Bastidas, donde vendían agua, en detrimento de las familias del sector, y el sellamiento de dos lavaderos de carros en la carrera 19 y Avenida del Río” hicieron parte de los operativos adelantados por Metroagua S.A. E.S.P. y el Dadma, para mejorar el suministro de agua potable en la ciudad. El suministro no mejoró. Siguió empeorando y estos establecimientos, de una u otra manera, terminaron siendo chivos expiatorios para dar ejemplo a quien malgastase agua.

Se abre un paréntesis. Sí, está bien ahorrar agua. Pensar en lo colectivo. Los prójimos necesitan agua al igual que cada uno de los “egos”; pero ¿por qué esperar hasta la carencia para castigarlos? ¿Por qué no tener ese hábito incluso en la abundancia? Se cierra el paréntesis.

Marzo terminaba y la empresa, tristemente, anunciaba que “como consecuencia de los efectos del verano que azota la región, de la cual no escapa la zona de captación de los ríos que abastecen el acueducto local, en un 67.5% ha caído la producción de agua potable para la ciudad, situación que acentúa la crisis en materia de abastecimiento, lo que se ha visto reflejado en el descenso los consumos de agua de los usuarios”.

Sí. El consumo, lo que pagan los usuarios, empezó a preocupar a la empresa. Ya era más que obvio: la gente sin agua, no pagaría el servicio, las quejas aumentarían...

Pero bueno, Metroagua siguió explicando cosas como que “De los 800 litros por segundo que en época normal recibe la Planta de Tratamiento de Agua Potable de Mamatoco (400 de los ríos Piedras y Manzanares, respectivamente), en la actualidad solo recibe 270 litros por segundo, es decir el 32.5 por ciento (222 del primero y 48 del otro)”. Un déficit de 530 litros por segundo.

Según el comunicado del 30 de marzo, “los estratos más afectados han sido el 3 y el 6 con disminución de 30.416 metros cúbicos y 35.785 metros cúbicos respectivamente. Los estratos 1 y 2 han disminuido sus consumos en 19.235 metros cúbicos. La disminución total en los consumos en el último periodo fue de 115.996 metros.”

En abril ¿lluvias mil?

Llegó abril. La Semana Santa se sentía a la vuelta de la esquina. De hecho en algunas calles olía a incienso mientras la gente esperaba la cristalización del dicho de las “lluvias mil”.

El mes arrancó para el departamento de Comunicaciones de Metroagua el 4 de abril. Ese día se difundió nota sobre “Tres tanques y una alberca comunitaria para dar agua al corregimiento de Taganga”, el mismo que el pasado 25 de mayo puso a correr al alcalde de la ciudad porque decidió no votar en las elecciones presidenciales a razón de no contar con agua potable.

En esa ocasión, se dijo que esos recipientes serían llenados a través de carrotanques que llevarían el agua tratada del Pozo Bureche; y que “habrá que esperar los resultados del análisis de las aguas de los ríos Toribio y otros, donde se ubicarán plantas potabilizadoras”. (Aún se espera).

“El agua será completamente gratis, ya que la coordinación de la entrega del preciado líquido estará a cargo de un funcionario de la Alcaldía, Defensa Civil y Cruz Roja, para evitar que se cometan excesos o que solo se favorezcan determinadas familias”, dijo aquella vez Rafael Martínez, secretario de Gobierno Distrital. Así, también se esperaba poner fin al malestar y los bloqueos de la vía protagonizados por los tagangueros.

Antes de llegar la temporada de vacaciones de la Semana Mayor, la empresa lanzó un salvavidas para sí misma ante la presión de lo que podía pasar por la sobrecarga en un insuficiente, precario, paupérrimo servicio de acueducto. Lo hizo así:

“El sistema de acueducto para El Rodadero, Gaira y el corredor turístico que va hasta Pachocolo, tiene capacidad para atender 17.377 usuarios y con la superpoblación que llegará, que de acuerdo a los registros de las autoridades serán unas 100 mil personas a las que hay que suministrarle agua, hará colapsar el sistema, por lo que la empresa de acueducto recomienda el control de ingreso de turistas basándose en la capacidad instalada que tiene la ciudad.”

Sin embargo, mostró otros flotadores para evitar un ‘naufragio en sequía’:

“La empresa acaba de adquirir dos vehículos cisternas nuevos, que de inmediato fueron vinculados al ‘Plan de Choque’ que se está cumpliendo por parte de la Alcaldía Distrital y Metroagua S.A. E.S.P., que cuenta con el apoyo de los vehículos cisternas de la Policía Nacional, Ejército y Defensa Civil, lo mismo que el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, para llevar agua a todos los barrios de la ciudad, donde se está padeciendo por la falta del preciado líquido debido a la sequía por efecto del verano.”

O sea, algo así como que ‘Ojalá no sobrecarguen el sistema; pero frescos, igual les daremos agua a toda la ciudad si llega a ocurrir’.

A lo que hoteleros y ‘parahoteleros’ dijeron: “Nosotros los hoteleros de manera interna con los empleados y los turistas que llegaron hemos iniciado una campaña divulgativa de ahorro y uso racional del agua, para evitar que se agigante el problema”, dijo Omar García Silva, presidente de Cotelco – Capítulo del Magdalena, quien indicó que todos el sector está dispuesto a colaborar para evitar que se acentúe la crisis por la falta de agua”.

Y así como García Silva, muchos administradores y propietarios de edificios de apartamentos también se mostraron dispuestos colaborar para evitar una crisis generalizada del sector por la falta de agua, según dijo Metroagua en el boletín del 9 de abril.

Al día siguiente, Metroagua celebró una victoria pírrica: La entrega semanal de 2 mil litros por usuario cuando la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, en su Programa Estandarización de Ayuda Humanitaria de Colombia, establece que la cantidad de agua promedio diaria es de 520 litros por usuario.

“Con esta medida por encima de lo establecido, la Empresa y la Administración Distrital entregan de manera gratuita y equitativa la poca agua que se toma en las fuentes de captaciones de los ríos Piedras y Manzanares, que abastecen el acueducto local, las cuales se encuentran en su mínima capacidad de almacenamiento, debido a la sequía en la zona por efecto del verano que azota a gran parte del país”, reza el comunicado 029 de este año.

“Como se puede ver, la decisión del Gobierno Nacional es la entrega de 520 litros semanalmente, es decir, menos de un metro cúbico por usuario para los quehaceres de la casa y sin embargo, nosotros estamos entregando 2 metros cúbicos o dos mil litros semanalmente por usuario”, dijo el ingeniero Nicanor Vega Maestre, director de Operaciones de Metroagua S.A. E.S.P. en ese momento.

La Semana Santa pasó. El salsero Cheo Feliciano y el Nobel Gabriel García Márquez murieron en el transcurso de los días santos. El 25 de abril, cuando seguramente volvió la normalidad laboral a las oficinas, la Compañía del Acueducto y Alcantarillado Metropolitano de Santa Marta, Metroagua S.A. E.S.P., entró a Pentecostés con agresividad. Advirtió que “las personas sorprendidas instalando de manera ilegal cualquier elemento a la red del acueducto para la obtención del agua potable, serán sancionadas de acuerdo a los establecido en los Artículos 256 y 351 del Código Penal”.

A estas alturas la gente ya está empezando a hacer cosas ilícitas de frente para solucionar lo que considera “su” problema y que no le da espera. El ego hace olvidar al álter ego. Es como si empezaran a decir “Lo mío pesa sobre lo público. Me importa mi sed, mi aseo, mis baños, mis alimentos; por eso rompo tuberías, instalo motobombas, hago albercas…” Las vías de hecho, hasta aquí han sido aisladas. No trascienden a los boletines de la empresa que sigue señalando y amenazando a quien limite, aún más, su esfuerzo.

Mayo: Ojalá que llueva; pero agua y no café en el campo

Abril se fue. Llegó mayo y siete boletines después se volvió a tocar el tema del desabastecimiento de agua. Se hizo en el número 040. En este se habla de un esfuerzo conjunto que la Alcaldía Distrital, Metroagua S.A. E.S.P., el Dadma, Corpamag (Corporación Autónoma Regional del Magdalena) y la Policía Ambiental “en cumplimiento del Plan de Contingencia 2014, suspendieron el suministro de agua potable a más de 12 fincas que estaban conectadas irregularmente en la línea de conducción de la Planta El Roble que suministra el preciado líquido a Gaira, El Rodadero y la Zona Turística de El Distrito de Santa Marta”.

Se menciona que el operativo se realizó en la vía de acceso a la vereda Mosquito, en el pie de monte de la Sierra Nevada de Santa Marta, arriba del Sena Agropecuario; pero no se señalan las fincas, ni sus dueños.

Se agrega que estos operativos hacen parte de las medidas previstas “para contrarrestar los efectos del verano que afecta a esta zona del país desde diciembre del año pasado, y que de acuerdo con las predicciones del IDEAM, la falta de lluvias irá hasta finales del 2014, donde se prevé la aparición del Fenómeno de El Niño”.

Pasaron abril y mayo, los meses en que antes se esperaban lluvias. Sólo a finales de año llegarán según señala este comunicado. La esperanza, la poca que había, empieza a perderse. La gente, de forma clandestina, sigue instalando motobombas, trasnochando para intentar llenar baldes y albercas que en menos de dos días se gastarán. Dos días que no son suficientes porque el agua volverá en tres o cuatro; y eso si es que llega. Es ahí donde la paciencia se pierde.

El último boletín de este recorrido es el número 041. En éste, Metroagua S.A. E.S.P., les recordó a los usuarios de la Ciudadela 29 de julio y Villas de Alejandría, donde al parecer están conectando motobombas a la red para la extracción de agua, que serán sancionadas de acuerdo a los establecidos en los Artículos 256 y 351 del Código Penal.

¿Cómo así? Pues que al instalar una motobomba a la red del acueducto para obtener agua potable, mediante la perforación de la tubería, viola el Artículo 256 del Código Penal, que trata de la defraudación de fluidos, el cual establece que cualquier persona que mediante la utilización de mecanismos clandestinos altere los sistemas de control y, se apropie del agua en perjuicio ajeno, incurrirá en prisión de uno a cuatro años y multa equivalente entre uno (1) y cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.

Agrega también la empresa, que si se incurre en daños en obras de utilidad social, contemplado en el Artículo 351 del Código Penal, que reza “que la persona que dañe total o parcialmente obra destinada para la captación, conducción, almacenamiento y distribución de agua potable, incurrirá en prisión de dos a diez años y multa entre 100 y 500 salarios mínimos legales mensuales vigentes”.

Así se le cierra la salida a la comunidad en busca de agua. Se le cerca en su desespero por tener el líquido. Eso sí, se hace cumplir la ley. Pero ¿acaso las protestas y bloqueos de hoy, no son el indicio de que ese animal dormido despertó y al sentirse acorralado y sediento muestra los dientes, las garras y su fuerza?

No es por predecir un caos que cueste mucho más que multas e indemnizaciones, pero es mejor rogar a que se hagan más pozos, que llueva y hasta que se construyan plantas desalinizadoras, que rogar por recuperación de heridos o almas de difuntos tras protestas y discusiones.

En el resto del país y de la región, incluso del departamento ya está lloviendo. En Santa Marta parece haber una maldición, una apocalíptica sed.

Que cese pronto esta horrible noche. Que lo haga con una lluvia al amanecer.

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