Luis Javier Mosquera obtuvo una medalla de plata, Mercedes Pérez un diploma olímpico y Santiago Rodallegas es una fuerte esperanza de medalla para Colombia en los Juegos Olímpicos de Tokio. Los tres son los únicos pesistas que pudieron representar al país en las justas, luego de una sanción por dopaje que estuvo a punto de sacar a la Federación Colombiana de Levantamiento de Pesas de las justas olímpicas.
La sanción se dio en febrero de 2020, cuando tres pesistas fueron encontrados con el anabolizante boldenona. Las muestras de Ana Iris Segura, Yenny Sinisterra y Juan Felipe Solís dieron positivo, por lo que la Federación Internacional de Halterofilia (FIH) los suspendió provisionalmente. La suspensión fue ratificada en diciembre del mismo año, y los tres deportistas solo podrán competir hasta 2024.
Esta sanción puso en serio riesgo la presencia de los pesistas colombianos en Tokio: al tener tres deportistas sancionados al mismo tiempo, la Federación colombiana estaba en riesgo de que se prohibiera su participación o, incluso, la de todo el país, una sanción similar a la que sufre actualmente Rusia.
El acuerdo al que se llegó, solo un mes antes del inicio de las justas, dio espacio a tres deportistas en vez de los ocho que habían hecho marcas para clasificar a los juegos. Entre los que quedaron por fuera resultaron Sinisterra y Solís, quienes habían sido campeones panamericanos.