“El FMI se reunió con el gobierno para hablar de la reforma de la salud: el Fondo Monetario Internacional manifestó su interés en conocer las bases de la reforma del sector”; así tituló la Unidad de Salud del periódico El Tiempo la forma como el gobierno del presidente Gustavo Petro “negoció” la reforma a la Salud con el FMI, en una reunión exigida por el organismo multilateral, en el marco de la supervisión anual que le hace al país para monitorear su capacidad de pagar la onerosa deuda externa, que a noviembre del año pasado supera los 180 mil millones de dólares, equivalente a más del 52 % de su Producto Interno Bruto.
Según El Tiempo, esta reunión tuvo lugar el pasado 7 de febrero, y la comisión colombiana estuvo integrada por el viceministro de Protección Social, Luis Alberto Martínez, representantes del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, así como funcionarios del Banco de la República. El grupo de expertos internacionales, encabezado por Ceyda Oner, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, estuvo integrado por un equipo de economistas séniores y principales, así como un representante de su Dirección Ejecutiva
“Las delegaciones del Fondo Monetario Internacional se interesaron en la manera como se va a financiar todo el proceso de reforma del sistema, las incidencias y alcances que se espera obtener en la población, y hacerle un seguimiento al cambio estructural”, dice el diario. La delegación colombiana les planteó las limitaciones actuales del sistema sanitario en Colombia, las coberturas de la población en salud, las cifras e indicadores sobre asistencia sanitaria y demás inquietudes acerca del Sistema General de Salud y aclaró tanto que su objetivo es que la atención primaria llegue a los lugares donde no hay cobertura, así como de cómo se piensa redistribuir y emplear eficazmente los recursos económicos.
La principal conclusión de esta reunión, en donde se armonizaron las finanzas del país con los objetivos estratégicos del FMI –que son garantizar el cumplimiento de la deuda externa y la rentabilidad del capital financiero transnacional, también en este sector–, está la nueva reculada del Gobierno de Gustavo Petro, que había prometido eliminar las EPS: “la reforma a la salud tiene como ejes el modelo preventivo y la atención primaria, que cubrirá el territorio nacional… La EPS no es el eje institucional, sino el Centro de Atención Primaria, que puede ser público o privado. O sea, la EPS puede, si quiere sobrevivir en el nuevo sistema, comenzar como Centros de Atención Primaria”, dijo Petro; lo cual ratificó el neoliberal ministro del Interior, Alfonso Prada, que confirmó que las Empresas Promotoras de Salud, EPS, no se eliminarán: “El proyecto, bajo ninguna circunstancia, elimina las EPS y tampoco les pone un término de subsistencia”, enfatizó.
La reculada del ovejo es empleada para significar que una persona habla por hablar, ya que la acción de recular significa el tener que caminar hacia atrás. Y parece que “el cambio” prometido por Petro camina en reculada, pues sus ataduras a la OCDE, el FMI, el Banco Mundial y todas sus instituciones serán las trabas para lograr dicha transformación. ¡Lo grave es que engañó a los colombianos con promesas de cambio que sabía que no podía cumplir!